Radicada en Chillán desde septiembre de 2018, la ahora directora regional del nuevo Servicio Nacional de Prevención y Respuesta Ante Desastres (Senapred), está a cargo de esta renovada institución que cambio sus siglas junto con el nuevo año. Ingeniera forestal de la Universidad de Concepción, tiene un magister de ingeniería industrial en la UNAB y un diplomado de Gerencia Pública en la UBB. Desde finales de 2008 que forma parte de la ahora ex Onemi y fue en 2018 cuando se le encomienda la labor de ser la directora en la nueva región. Precisa que el servicio seguirá funcionando como lo hacía antes, junto con nuevas atribuciones y mejoras en las alertas que llegan a los teléfonos móviles cuando ocurre algún siniestro de gran magnitud. También comentó acerca de la rebaja de la alerta en el complejo volcánico Nevados de Chillán, en el cual siguen monitoreando cualquier evento que se produzca.
¿Cuáles han sido los mayores desafíos que ha enfrentado en estos 5 años como directora de Onemi?
La verdad es que siempre hay desafíos, así que es un poco difícil responder a esa pregunta. Por lo tanto, si lo llevo a materias de gestión, uno de los principales desafíos fue precisamente implementar e instalar la dirección regional de Onemi acá en Ñuble.
¿Y cuáles son los desafíos que tiene ahora como directora de la nueva Senapred?
Pienso que la adaptación a ejercer nuevos roles que nos establece la ley 21.364, roles que como Onemi no teníamos y que como Senapred tenemos. Uno de esos es la supervisión del desarrollo de los instrumentos de gestión del riesgo de desastres. Así que ejercer ese rol y los resultados que obtengamos a partir de esa ejecución, es una de las principales preocupaciones por lo menos en materias de gestión de esta dirección regional.
¿Cómo debe interpretarse la rebaja de la alerta en complejo volcánico Nevados de Chillán?
La Alerta Verde volcánica significa que el volcán dentro de su actividad tiene un comportamiento más o menos estable y por lo tanto los peligros de la actividad, que sigue teniendo, están más bien circunscritos a las proximidades del cráter activo. Eso significa en general esta alerta verde para este complejo. Por otro lado, la distancia de peligro de este volcán ahora se redujo a solo 500 metros.
¿Qué tiene que pasar para que el complejo volcánico vuelva a su anterior condición?
Esa es una determinación técnica que está a cargo de Sernageomin, el cual es el organismo que monitorea los volcanes. Tiene que observarse un comportamiento inestable que supere los umbrales de base, pero esa es información que nos va a entregar el organismo. Lo importante para nosotros es que la amenaza volcánica no solo sea motivo de consideración cuando se está en un proceso eruptivo. Es una amenaza que debe ser considerada constantemente.
¿Qué aspectos cree usted que se pueden mejorar en materia de alertas a la población regional sobre incendios forestales y sismos?
El organismo técnico que nos guía en materias de incendios forestales es la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y en el tema de sismos del Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile. Nuestra función es también ir adaptándonos a los desarrollos que vayan teniendo estos organismos para ayudarles a comunicar esta información lo más rápido posible a la comunidad.
