Con una carrera profesional que inició ligada al fútbol, siendo elegido como el Mejor Árbitro Masculino de Chile por la ANFP en 2009, a sus 47 años su vida dio un giro político al ser electo alcalde de Coihueco en octubre de 2012.
Desde entonces, Chandía se ha dedicado a llevar adelante la comuna ñublensina siendo reelecto en dos ocasiones. Sin embargo, durante su tercer período de gestión sufrió un accidente automovilístico que lo dejó en estado grave y con riesgo vital.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]A poco más de un año del incidente, el edil comenta que, aunque fue un proceso de recuperación largo, cambió su forma de ver la vida a una manera especial, algo distinta. Lo que lo ha llevado a aprender a disfrutar más de los momentos alegres, entender que hay una oportunidad para enmendar errores del pasado y a replantear su ritmo de vida y prioridades: como la familia.
¿Cómo evalúa su experiencia tras volver a la alcaldía?
En primer lugar, estoy inmensamente feliz y agradecido de haber vuelto. Luego de eso, puedo decir que este retorno fue simplemente volver a casa, porque durante mi ausencia, todo siguió su curso gracias a un eficiente trabajo en equipo, muy sintonizado con las necesidades de la gente, y eso es algo que me ha permitido retomar las actividades sin complicaciones. Por supuesto, ser alcalde es algo que trae desafíos día a día, pero es justamente lo que me apasiona de mi trabajo.
¿Qué fue lo que más extrañó durante su período de recuperación?
Sin dudas, el contacto con la comunidad. Sentía, también, una gran necesidad de volver a cumplir con los compromisos que ya estaban pactados. Además del sentimiento de extrañar, el valor de la responsabilidad, que he tenido siempre, se mantuvo muy latente en mí y fue uno de los grandes impulsores de mi recuperación. Sabía que debía volver porque había proyectos muy importantes en marcha, porque había gestiones que debíamos hacer frente a autoridades nacionales y porque había sido recién reelecto para ejercer un tercer período, justamente para poder concretar muchas iniciativas que ya estaban proyectadas.
¿Cómo sintió el recibimiento de la gente?
Fue muy emocionante. Agradezco infinitamente la presencia de quienes me recibieron el día que volví al municipio y también de quienes oraron por mi recuperación. Soy un hombre de fe y creo firmemente que las plegarias de muchas personas, independiente de su credo religioso o tendencia política, fueron muy importantes en mi recuperación. Por otro lado, siempre he estado conectado con nuestra comunidad, la diferencia es que, ahora, siento que hay lazo mucho más firme entre nosotros. De verdad, me emociona mucho recordar el momento en que caminé hacia el Municipio en medio de los aplausos de tantas personas que esa mañana se dieron el tiempo de acompañarme en mi retorno.
¿Cómo evalúa el desarrollo de este proceso constituyente que está pronto a culminar?
La sensación que existe entre nuestra gente es que no fue el proceso que Chile necesitaba. Hay, sobre todo, incertidumbre respecto de varias de las propuestas. También hay desilusión por parte de quienes, como yo, defienden nuestras antiguas tradiciones, porque pese a que se hizo una propuesta seria para ser incorporada en el texto constitucional, finalmente no fue acogida en ninguna de sus partes. Me queda la clara sensación que en Coihueco este proyecto no tendrá eco.
¿Qué expectativas tiene para el futuro de su comuna?
Nosotros tenemos por delante dos años y medio de gestión en este tercer período y vamos a continuar en la misma senda que ha sido nuestro sello desde que asumimos, es decir, poniendo la mirada y el énfasis en las necesidades que tiene nuestra comunidad para continuar avanzando hacia una mejor calidad de vida. Hasta el último día, nuestra impronta será seguir sembrando en el ámbito social, educativo, en la salud, en seguridad pública porque, mientras más hacemos, nos damos cuenta de que hay tanto más por avanzar aún.
[/bg_collapse]
