Durante casi dos años académicos y alumnos del Centro del Patrimonio UC y Magister en Patrimonio Cultural UC investigaron y analizaron las diferentes aristas que componen el patrimonio del Conjunto Franciscano de Chillán, esto en el marco de la ejecución del Fondart Regional “Puesta en valor del Conjunto Franciscano de Chillán. Diagnóstico patrimonial, definición de criterios y lineamientos de intervención”, iniciativa en la que también participó la Unidad de Patrimonio de la Municipalidad de Chillán. El trabajo desarrollado por las instituciones hoy se condensa en un informe de 120 páginas, el cual será utilizado para futuras acciones de puesta en valor del inmueble.
La presentación de este informe se desarrolló este miércoles en las mismas dependencias del Conjunto Franciscano. En la actividad se explicaron las conclusiones de este estudio que tiene como eje el cuidado del patrimonio existente en el lugar.
La propuesta tiene varios ejes. Así lo explicó Dino Bozzi, docente y arquitecto UC, quien precisó que “el Conjunto lo hemos dividido para poder analizarlo. El templo debe conservarse, mantenerse en el tiempo. La historia está contenida en sus muros. Hay que restaurar los entornos, procurar la recuperación material del edificio. Cuidar la autenticidad del edificio que no es otra cosa que un reflejo de la historia de la comunidad de Chillán, y por lo tanto, las alteraciones como la cúpula, nos habla de la historia vivida por nuestros ancestros. Hay que analizar los usos del templo también, surgió la idea de usar la parte del coro de la iglesia como un pequeño lugar de reunión. La iglesia sigue siendo iglesia, pero hay ciertos sitios a los cuales hay que abrirse”, indicó.
Por su parte, el Convento es la pieza más antigua, “y trabaja con criterios que tienen otra declinación. Requiere una intervención más fuerte que la del templo, cuidar lo que se pueda salvar. La lógica de la internación del adobe permite introducir nuevos adobes, hay que reforzarla para que no se vuelva a dañar. Buena parte del barro que se requiere es el barro que está en los adobes que hay que reparar”, precisó el experto.
Por último, está la casa de los frailes, “la que va a cambiar de sentido, porque ya no es una casa en donde residen los frailes, pero sí hay que destacar algo: esa casa es la más reciente muestra que la comunidad es capaz de cuidar y construir. Es el último vestigio de la capacidad de construir patrimonio, hemos entendido que es una clave, y no solo no se va, sino que hay que cuidarla porque es una pieza de esta historia”.
El informe también establece que se debe preservar las colecciones, hoy en manos de la Universidad de Talca. Esto con el fin de recuperar el acervo cultural del conjunto.
Los resultados del estudio se encuentran expuestos en la Sala Menor del Conjunto Franciscano.
Aporte
En la actividad estuvo presente la seremi de las Culturas, María Soledad Castro. Precisó que “La identidad de nuestra región está compuesta por grandes hombres y mujeres, pero también por inmuebles llenos de historia que han sobrevivido incluso a los golpes de la naturaleza permitiendo conectarnos con nuestro pasado. El Conjunto Franciscano de Chillán es un ejemplo de ello, y hoy más que nunca necesita de la colaboración institucional para poner en valor su patrimonio”.
Por su parte, Karin Cárdenas, encargada de la Unidad de Patrimonio de la Municipalidad de Chillán, dijo que “el patrimonio de San Francisco no solo es importante desde el punto de vista histórico o arquitectónico, sino que por sobre todo social. Sus comunidades siguen activas día a día, dando vida y sentido al espacio, es por ello que ambas instituciones nos solicitan la ejecución de este proyecto, que tiene por objetivo sentar las bases que permitan coordinar y ejecutar los siguientes pasos en el marco de la total recuperación del Conjunto Franciscano de nuestra ciudad”.