Entre experiencia y recambio: los nombres que suenan en Ñuble para el gobierno de Kast

El triunfo de José Antonio Kast abrió una etapa de definiciones clave para la conformación de su futuro gobierno, proceso que se desarrollará principalmente durante enero, y que mantiene en expectativa a los partidos y dirigentes regionales que respaldaron su candidatura.
En ese escenario, Ñuble aparece como una de las regiones con mayor visibilidad política, tanto por el peso que tuvo en la campaña (fue donde Kast obtuvo la mayor proporción de votos, con casi un 70%), como por la proyección nacional de dos de sus exrepresentantes: el exintendente Martín Arrau y el exsenador Claudio Alvarado.
Rol de exautoridades
La instalación del nuevo gobierno se da en un contexto particular. Por una parte, existe consenso transversal de que la experiencia acumulada por excolaboradores del segundo mandato de Sebastián Piñera puede resultar clave para asegurar gobernabilidad y rapidez en la puesta en marcha del Ejecutivo. Por otra, el Partido Republicano ha insistido en que durante los últimos años ha desarrollado procesos de formación y capacitación de cuadros profesionales propios, lo que abre la puerta a que nuevos nombres debuten en cargos de responsabilidad tanto a nivel central como regional.
En el caso de Ñuble, el protagonismo de Martín Arrau es uno de los elementos más mencionados en los análisis políticos.
El exintendente y exconvencional, que ha sido uno de los colaboradores más cercanos de Kast en el último tiempo, asoma como uno de los nombres más firmes para integrar el gabinete, con altas probabilidades de asumir el Ministerio de Obras Públicas. De concretarse ese escenario, no se descarta que Arrau impulse a profesionales que trabajaron estrechamente con él durante su gestión regional, especialmente en áreas ligadas a infraestructura, planificación y coordinación territorial.
Paralelamente, el exsenador UDI por Ñuble, Claudio Alvarado, tendrá un rol estratégico en el proceso inmediato: será el encargado del traspaso de gobierno junto al ministro Álvaro Elizalde. Su nombre también suena con fuerza para integrar el comité político del futuro Presidente, lo que convertiría a Ñuble en una región con dos exrepresentantes directos en el corazón del nuevo Ejecutivo.
En el Partido Republicano regional, sin embargo, el mensaje público ha sido de cautela. Desde la colectividad recalcan que no existen definiciones formales, y que cualquier especulación responde más a trascendidos que a decisiones adoptadas. Aun así, en el entorno del partido se reconoce que existen profesionales con trayectoria y compromiso que podrían asumir responsabilidades cuando llegue el momento.
Entre los nombres que circulan en el mundo republicano local aparecen la excandidata a diputada Magdalena Oyarce, el excandidato a gobernador Jorge Luis Sánchez y la exconsejera constitucional Cecilia Medina, todos con presencia activa durante la campaña y con trabajo territorial sostenido en los últimos años. También se menciona al excandidato a diputado Diego Sepúlveda, cercano colaborador de Martín Arrau, quien actualmente participa en labores vinculadas a la instalación del gobierno en Santiago.
Rol de los “exchaquetas rojas”
En paralelo, los partidos de Chile Vamos observan el proceso con atención, conscientes de que el propio Presidente electo y la directiva republicana han planteado la necesidad de ampliar el arco político para asegurar el éxito del próximo gobierno. En ese marco, la UDI Ñuble se posiciona como un actor con experiencia en el servicio público, contando con figuras que ya formaron parte del gobierno de Piñera y que podrían volver a desempeñar roles relevantes.
A nivel regional, la UDI dispone de nombres como los abogados Carolina Navarrete y Cristóbal Jardua, ambos con experiencia en cargos de alta responsabilidad, además de la actual diputada Marta Bravo y el excoordinador regional de Seguridad, Alan Ibáñez. Este capital humano es visto como un respaldo técnico importante en caso de que se opte por integrar a exautoridades con rodaje administrativo.
Desde Renovación Nacional, el diputado Frank Sauerbaum ha planteado que la experiencia de quienes ya han pasado por el Ejecutivo constituye un aporte relevante, aunque sin adelantar nombres concretos.
En círculos políticos, no obstante, se comenta que podría ser considerado para funciones a nivel regional, Roger Cisterna, exgobernador de Diguillín.
Frank Sauerbaum aseguró que no participará del proceso de nombramientos, a no ser que lo pidan, mostrando cierta cautela respecto del gobierno entrante.
Más distante aun aparece, por ahora, Evópoli, que tras la campaña presidencial y su complejo escenario interno se mantiene en una etapa de espera y reorganización.
En el partido reconocen que no han existido conversaciones formales sobre nombres ni sobre una eventual participación en el gobierno, concentrándose por ahora en resolver su situación legal y proyectar su futuro político.
Socialcristianos y libertarios
El Partido Social Cristiano, que respaldó a Kast desde un comienzo en su carrera presidencial, ha manifestado su disposición a colaborar desde la región.
Su presidenta nacional y diputada por Ñuble, Sara Concha, ha enfatizado la importancia de contar con personas con experiencia y compromiso con el proyecto presidencial y con el desarrollo regional, dejando abierta la puerta a eventuales aportes desde su colectividad.
Entre quienes podrían asumir responsabilidades destaca el ex candidato a gobernador regional y a diputado, Erick Jiménez.
En tanto, el Partido Nacional Libertario, que también se alineó con la candidatura de Kast en segunda vuelta, se mantiene en una fase de espera respecto de eventuales nombramientos. Desde la directiva regional se ha transmitido que, hasta ahora, no existen conversaciones formales ni definiciones sobre cargos, y que cualquier decisión se adoptará desde el nivel central. En ese marco, recalcaron que las eventuales incorporaciones al gobierno serán resueltas en Santiago, sin negociaciones locales previas, y que la prioridad del partido es respetar los tiempos y lineamientos que fije la conducción nacional.
El panorama en Ñuble refleja el dilema que enfrenta el futuro gobierno de José Antonio Kast: combinar la experiencia de exautoridades que ya conocen el funcionamiento del Estado con la irrupción de nuevos cuadros formados al interior del Partido Republicano. La resolución de ese equilibrio comenzará a tomar forma durante enero, cuando se despejen las incógnitas y se confirme qué rol jugarán finalmente las figuras regionales en el nuevo ciclo político que se inicia.