Energía emprendedora
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Desde hace ya un tiempo el diagnóstico acerca de la necesidad y el convencimiento de transformar la nueva Región de Ñuble en un entorno emprendedor ha cobrado un grado de acuerdo muy importante. Ello permite avanzar de manera más expedita y con un apoyo transversal para las iniciativas que buscan posicionar la innovación y el emprendimiento como pilares del desarrollo.
Desde el Estado son muchas y variadas las propuestas que se están impulsando. Hay líneas de financiamiento, beneficios tributarios, asesorías, que a nivel regional abren oportunidades para un incipiente ecosistema emprendedor.
Pero no todo es labor del Estado, sino que principalmente quienes impulsan la innovación y el emprendimiento son los formadores de nuevos emprendedores, tarea nada simple, pues la educación escolar está más enfocada a los resultados que a los procesos. De ellos debemos esperar la promoción de valores y actitudes tales como la responsabilidad, la perseverancia, la creatividad, la flexibilidad, la reflexión y el análisis.
Adicionalmente, en Ñuble hay dos temas sobre los que hay que poner mucha atención. El primero es mejorar la competitividad y productividad, temas que se encuentran muy al debe en la Región y que cruzan muchos sectores de la economía y la sociedad.
Un segundo grupo de tareas dice relación con cambios a nivel de infraestructura y gestión. Esto pasa por temas técnicos como contar con Wi Fi de libre acceso en diversas zonas de la región o poseer una conectividad vial adecuada, hasta decisiones más estratégicas como sería contar con una educación enfocada a desarrollar más tecnología o incentivos económicos para la instalación de empresas.
Todas las ideas e iniciativas en marcha, algunas más ambiciosas que otras, suponen una colaboración público-privada y una coordinación que hoy existe muy en ciernes, por lo que debe seguirse con atención su real materialización en el quehacer colectivo de la naciente región.
Hay que tener presente que, contrariamente a lo que suele pensarse, no se requieren 50 años para avanzar sustancialmente en este tema. En la medida que exista voluntad, recursos y personas dispuestas a correr riesgos y a atreverse, esto es posible siempre que existan las instancias para que esos proyectos puedan desarrollarse.
También hay que tener muy presente que no se puede avanzar en estas ideas, sin que existan también los recursos destinados a promoverlas y, más concretamente, sin corregir la valoración sobre pequeñas y medianas empresas, cuya participación en el PIB local ha ido decayendo y podrían encontrar aquí una oportunidad de frenar este comportamiento negativo, cuya expresión más sensible es la pérdida de empleos.