Endeudamiento de verano
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Existe una marcada tendencia a solicitar créditos de consumo para enfrentar las fiestas y las vacaciones, sin embargo, en un escenario económico incierto como es 2025, la estrategia debería orientarse a “estirar” el sueldo y la recomendación sería prudencia a la hora de contratar créditos.
No se trata de decir que debe detenerse el endeudamiento, porque aquello tampoco es sano ni conveniente. Lo relevante es analizar con cuidado estas decisiones, cotizar porque existen diferencias notables entre las ofertas disponibles y por sobre todo evitar el sobre endeudamiento que es lo más perjudicial.
Lo último que sabemos es que siete de cada 10 hogares en Ñuble mantiene alguna deuda. Durante el cierre del segundo semestre de este año la región registró un total de 100 mil 177 personas en situación de morosidad, cifra que disminuyó en un 1% respecto al trimestre anterior, mientras que un 24,5% de la población sobre 18 años sigue registrando deudas impagas. Se trata de cifras que fueron expuestas en el 45° Informe de Deuda Morosa, documento elaborado por la USS y Equifax.
A pesar de la disminución respecto al trimestre anterior, Ñuble se perfiló como una de las regiones con la variación anual más alta, con un 8,6% en morosidad, comparado al año pasado. La deuda morosa en la región aumenta en el trimestre un 1,2%, llegando a US$174 millones de dólares, con una variación anual del 15,5%, una de las alzas más alta en el trimestre, junto con Aysén, Biobío, Metropolitana y Valparaíso.
Por otra parte, la mora promedio en Ñuble es de $ 1.653.735, aumentando un 2,2% en el trimestre 2, con una variación anual de 6,4%, siendo una de las regiones en las que más ha aumentado la mora promedio en tres meses, además de la Araucanía y Biobío.
Las razones de este endeudamiento son muchas y recientes estudios distinguen al menos tres causas para que en ciertos casos se llegue a un estado de sobreendeudamiento. Primero, las familias pobres utilizan el crédito simplemente para sobrevivir, sin pensar que en el futuro no podrán pagar sus compromisos. Un 15% de las familias de Ñuble está en situación de pobreza y por lo tanto dependen de un crédito que les permita llegar a fin de mes. Segundo, existen patrones de consumo importados y que en su gran mayoría buscan llenar vacíos emocionales que incentivan el consumismo. Tercero, aún existe una oferta indiscriminada de que se expande a través de personas con poca cultura en la gestión de los gastos.
Aunque resulte obvio, lo primero es evitar endeudarse y no consumir como si el mundo se fuera a acabar. Y es que si las personas ocupan el crédito en forma indiscriminada y no inteligente, corren serio riesgo de caer en la insolvencia, una figura que crece y que hoy ya es un problema social, sobre todo si consideramos que los sueldos en Chillán son más bajos que el promedio nacional.