Después de escuchar los argumentos expuestos por la abogada asesora de la Fiscalía Regional de Ñuble, Deysi Salinas, la Corte de Apelaciones de Chillán decidió dejar en prisión preventiva a Carlos Merino González, para quien el Juzgado de Garantía de esta comuna había rechazado ayer imponer la medida cautelar más gravosa, después que fuera formalizado por el femicidio de Gladys Ardila, ocurrido el 6 de julio de 2020.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]El imputado evadió la acción de la justicia hasta que fue detenido el lunes en Arica.
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En la investigación que encabeza el fiscal Mauricio Mieres, se reunieron antecedentes que sindican a Carlos Merino como el autor del crimen de su expareja, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado tres días después de su desaparición, al interior del Canal de la Luz en la población Santa Elvira. El análisis del cadáver determinó que la causa de muerte fue asfixia por sofocación.
Las pesquisas realizadas por la Brigada de Homicidios y los peritajes del Laboratorio de Criminalística de la PDI, permitieron reconstruir la dinámica de los hechos que culminaron con la muerte de la víctima a manos del imputado, según sostiene la Fiscalía.
En la audiencia de formalización el juez de Garantía no acogió la prisión preventiva para Merino González, que había solicitado la Fiscalía. Esto, por considerar la evidencia indiciaria no era suficiente para presumir la participación del inculpado en el femicidio.
El Ministerio Público apeló de inmediato y esta mañana los ministros del Tribunal de Alzada coincidieron con la Fiscalía en cuanto al valor que tiene la prueba reunida hasta el momento en la investigación, para considerar que Carlos Merino tiene participación en el delito y que su libertad representa un peligro para la seguridad de la sociedad.
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