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Puede ser un mero dato estadístico o incluso anecdótico el que una de las 10 personas que integraban una banda internacional de secuestros en el país, haya sido detenido en la ciudad de Chillán, el día de ayer.
Sin embargo, no solo se le detuvo en la comuna, sino además, se allanó el domicilio en el que -al menos hasta ese día- registraba residencia. La Fiscalía Sur añadió que de los 10 arrestados, nueve son venezolanos indocumentados y a ellos se suma un chileno, sin que hasta el minuto se haya aclarado quién de ellos residía en Chillán.
“Y el que esta persona haya tenido residencia en Chillán es un claro indicio que estas bandas, que tienden a repartir a sus integrantes por varias ciudades, hayan estado estudiando las rutinas de los empresarios de esa zona”, explica el criminólogo y perito judicial, Jorge Aguirre Hrepic, quien estuvo participando la semana antepasada de una exposición sobre el comportamiento delictual en Ñuble, ante el Consejo Regional.
La información compartida a los medios, por parte de la PDI y de la Fiscalía, destaca que estas detenciones y allanamientos se materializaron en las regiones de Valparaíso, la Metropolitana, la Región de Coquimbo, Biobío y Ñuble.
Los secuestros que se le imputan a esta banda se concentraron en la Región Metropolitana (cinco casos) y uno en el sector de Los Vilos (Coquimbo), “que son, precisamente, ciudades en las que también hubo allanamientos, por lo que estas personas estaban ahí recabando información y no es ilógico pensar que estaban haciendo lo mismo en las otras ciudades”, añadió el experto.
El perfil de las víctimas
Hasta la fecha, no se han registrado casos de secuestro en la Región de Ñuble, salvo por un hecho ocurrido a comienzos de julio en Chillán, el que inicialmente fue catalogado como “secuestro express” por las policías, pero una vez detenido el imputado (chileno, de 28 años) se le formalizó por robo con intimidación.
“Pero eso fue un secuestro express”, insiste Aguirre, quien añade que “Chillán, como muchas otras ciudades del país, no cuenta con las condiciones de seguridad para hacer frente a este delito, que es prácticamente nuevo en el país. Entonces, si se piensa que estas bandas a veces buscan botines que no superan el millón de pesos, son muchas las personas que pueden ser víctimas de estas situaciones”, aseguró.
De hecho, esta banda había secuestrado a comerciantes e incluso a traficantes o integrantes de otras bandas delictuales, como fue el caso del líder (venezolano) de la banda “El Enjambre” que se dedicaba al robo violento de celulares, en la comuna de Providencia.
También ha habido secuestro de menores de edad o hijos de empresarios o comerciantes, quienes han cedido al pago de variadas cifras de dinero y registrando en muchos casos, golpizas y torturas a los secuestrados.
“Es probable que en muchas ocasiones, ese dinero se deposite a cuentas que están fuera del país, por lo que es muy difícil recuperarlos”, cerró el perito.
El fiscal Héctor Barros, de la Fiscalía Sur, dijo que “este tipo de investigaciones nos demuestra que en el último tiempo estamos observando una mutación de los delitos bastante relevante, por la violencia que se utiliza y la naturaleza de los mismos. El delito de secuestro, es uno de los que más vulnera a las personas y cuando se trata de extranjeros, la violencia contra las víctimas es algo usual, porque es una de las formas que tienen para conseguir sus objetivos”.
