Señor Director:
En nuestro país, como en muchas partes del mundo, las compañías enfrentan una creciente presión para ser transparentes en cuanto a su impacto social y ambiental. Hoy la mayoría de las empresas ya publican memorias anuales en la página de la Comisión del Mercado Financiero (CMF), lo que indica una voluntad de divulgar información más allá de los informes financieros tradicionales.
Sin embargo, aún existe una brecha significativa en la forma en que se presentan estos informes. Mientras que algunos siguen las normativas nacionales y estándares internacionales, otros carecen de detalles sobre sus contribuciones sociales.
Creemos que es necesario avanzar más y, por ejemplo, incluir la desagregación de datos por género y rango etario, lo que permitirá un análisis más detallado de las políticas de inclusión y equidad de género en las empresas.
En resumen, la adopción de un modelo de informe social no solo es necesaria para responder a las demandas de la sociedad y los stakeholders, sino que también puede ayudar a las empresas a comprender mejor su impacto y a mejorar sus prácticas de responsabilidad social corporativa.
Miseldra Gil
Investigadora y académica de Auditoría e Ingeniería en Control de Gestión UA