Un severo problema de disponibilidad de mano de obra enfrentarán sectores como la industria y la agricultura a raíz del cordón sanitario de la intercomuna Chillán-Chillán Viejo que comienza a regir hoy como medida de prevención de la proliferación de contagios con Covid-19.
Según el empresario frutícola Álvaro Gatica, quien expresó su pleno respaldo a las medidas anunciadas por el gobierno, “porque lo más importante es la salud de la población, la vida de las personas”, los principales problemas en la cosecha de frutas se presentarán en la frambuesa y la manzana, que requieren sistemas manuales, a diferencia del avellano europeo, que es mecanizada.
Mucha gente en la zona de Pinto están cosechando frambuesas y manzanas y la mayoría, por lo menos un 80%, son personas que vienen de Chillán, entonces no podrán ir a trabajar a los huertos. Es la misma situación de otros campos en comunas vecinas, como Coihueco, San Carlos y San Nicolás.
Asimismo, reconoció que será difícil reemplazar dicha mano de obra con trabajadores locales. “Yo veo muy complicado poder reemplazar la gente, porque simplemente no hay”. En ese sentido, más que un retraso, esto podría traducirse en la pérdida de fruta, como la frambuesa.
En el caso de las plantas agroindustriales de congelados que están fuera del cordón sanitario, el problema de mano de obra también es complejo, de hecho, se especula que la planta Comfrut, ubicada en Cocharcas, podría desviar la fruta a otros recintos ubicados al Norte. Al respecto, el gerente de Comfrut Nursery SA, empresa del grupo Confrut, Andrés Acuña, sostuvo que ésa es una de las opciones que se están evaluando.
A partir de lo anterior se puede anticipar un aumento de los costos derivado de la escasez de mano de obra y del flete hacia plantas más distantes, reconoció Gatica, quien subrayó que “la vida es lo más importante, lo demás es secundario”.
Alfredo Wahling, presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, reafirmó que la cadena de abastecimiento de alimentos no se puede cortar, sin embargo, reconoció que sí se enfrentarán a problemas de disponibilidad de mano de obra en los campos ubicados fuera del perímetro sanitario.
“En principio, hay que tratar de cumplir al máximo posible las condiciones de control y por otro lado, que las faenas productivas que son necesarias para la alimentación de la población también resguardarlas, hay que buscar el justo equilibrio” afirmó el dirigente, quien también mencionó la situación de las empresas ganaderas, las lecherías y las avícolas, donde resaltó que tampoco se puede cortar el suministro de alimentación para los animales.
Desde esa perspectiva, Wahling manifestó que se debe analizar caso a caso y que el reemplazo de trabajadores es una de las opciones.
En esa línea, Acuña sostuvo que “debemos tomar decisiones rápido, por lo menos sabemos que mañana (hoy) no vamos a trabajar, seguiremos con turnos mínimos indispensables, podemos destinar fruta fresca a otra planta, que tendríamos que habilitar, pero debemos seguir con los frigoríficos, no podemos dejar de despachar”.
“Hoy la urgencia es la frambuesa, los agricultores necesitan seguir cosechando. Quedan 45 días de cosecha todavía, hay un 25% de la fruta por recolectarse”, dijo Acuña, quien explicó que esta temporada viene atrasada. Por ello, expresó con resignación que existe la posibilidad de que se pierda parte de esa fruta. “No sabemos cuánto va a durar esta contigencia”, comentó el gerente agrícola de Comfrut, quien hizo hincapié en que no obstante estos problemas, la prioridad es la salud de la población.
Comercio e industria
Por su parte, Alejandro Lama, presidente de la Cámara de Comercio, sostuvo que en el caso del comercio no será un severo problema el de la mano de obra, ya que según estimó, con el menor movimiento de las ventas se puede trabajar con menos personal, sin embargo, expresó su preocupación por la situación de los trabajadores que se desempeñan en complejos industriales como los de Arauco (Nueva Aldea y Cholguán), Iansa (Cocharcas) y Orafti (Pemuco), donde el grueso de sus trabajadores viven en Chillán, así como algunos aserraderos y otros recintos industriales ubicados fuera del cordón, dado que no es sencillo reemplazar operarios capacitados.
De hecho, en los próximos días debiera comenzar la recepción de achicoria en la planta Orafti así como la de remolacha en la de Iansa.
Lama también sostuvo que se debe definir un horario de cierre del comercio en Chillán, y postuló que debiese ser a las 18.00 horas.
Igualmente, el dirigente del comercio expresó sus dudas sobre el abastecimiento de la ciudad, pues si bien está asegurado el ingreso de carga con víveres esenciales, no existe claridad sobre otros bienes e insumos.