Con un aumento de cinco veces su capacidad de producción, Vinos de Patio SpA, formada por jóvenes e innovadores viñateros de Coelemu, ha dado un salto cualitativo desde que en el año 2019 ganaron un proyecto de inversión asociativo Indap que les permitió acceder a un “Monoblock” y a una prensa neumática, dos elementos que les han permitido aumentar su capacidad de producción y principalmente, alcanzar una calidad homogénea en el tiempo, lo que les beneficia tanto para aumentar la productividad como para comercializar.
El proyecto de inversión asociativa también incorporó la adquisición de un generador eléctrico, un compresor de aire, un cilindro de nitrógeno, una grúa horquilla y otras inversiones, como 10 bins industriales, 150 gamelas plásticas, 3 estanques de acero inoxidable y una tina de acero inoxidable, además de una bomba de trasiego y una manguera enológica, un paquete de inversiones complementarias que apuntaban al objetivo de envasar con mejores estándares de calidad.
Tatiana Merino Coria, directora regional de Indap, destacó el logro de los cinco socios de Vinos de Patio -Elier Ortiz, Germán Díaz, Pablo Solís, Luis Lagos y Ronald Vera-, quienes a través de este proyecto asociativo “le reportó a esta empresa campesina, un salto en la calidad de sus vinos, gracias a la eficiencia en el método y velocidad de envasado, lo que les permite aumentar su volumen y de esta forma, acceder a nuevos mercados”, agregando que este es un claro ejemplo de lo que puede lograrse a través de un trabajo asociativo bien encaminado.
Embotellado mecanizado
Particularmente, el monoblock es el equipamiento que ha cambiado la forma de producir y de pensar el vino para estos jóvenes productores, ya que generó un aumento de la producción en el embotellado y encorchado de los vinos, de 100 a 500 botellas por hora, con una calidad homogénea gracias a la mejora de los estándares de envasado como el desplazamiento del oxígeno en las botellas e inserción de nitrógeno, que al ser un gas inerte, evita la oxidación y otras alteraciones microbiológicas.
Otro beneficio importante es la compresión correcta del corcho con mordaza regulable, que permite una rápida inserción del corcho en la botella y que se posicione bien antes de su recuperación elástica. Gracias a esto, se evitan roturas de corcho y filtraciones, tanto de los mostos hacia el exterior como del aire al interior de las botellas, lo que representa un salto rotundo, desde el llenado manual de forma gravitacional, como recordó el socio Ronald Vera.
“Usábamos una encorchadora manual, que ponía los corchos disparejos, a veces se rompían y las botellas quedaban filtrando. Ahora la botella dura mucho más”, explicó Vera.
Además, destacó que los socios han ido subiendo su producción gracias al monoblock, “porque la máquina es muy rápida, inyecta gas a la botella, lo que hace que el aire salga y una vez que uno regula la máquina al corcho que va a usar, todas las botellas quedan con una calidad pareja”.
Esta, además, es una inversión enfocada a la escala productiva de la empresa, que se adecua a la producción, por lo que se evaluó la maquinaria necesaria para cumplir con los requerimientos reales de los socios. El monoblock se importó de Italia y, además de la capacitación al momento de instalarla, tiene asistencia técnica y soporte en caso de ser necesario.
“Con este equipamiento, ellos se alejan de lo que está haciendo el resto de los productores del Valle del Itata, y manteniendo la pertinencia de un rubro patrimonial, le dan un matiz distinto en términos de excelencia, calidad y en cuanto a la homogeneidad que puede tener en el tiempo la vida útil de la botella”, destacó el jefe de área Indap Coelemu, Rodrigo Barriga.