Señor Director:
Luego de los terribles temporales por los que hemos pasado este invierno, se ha instalado en el debate público la idea de nacionalizar las empresas distribuidoras de electricidad. ¿Queremos entregarle la responsabilidad de un servicio tan crítico a un Estado que no ha dado el ancho en la entrega de otros servicios como la Educación o la Salud? ¿O a cargo de Gobiernos de turno que pueden o no gestionar a las empresas de forma eficiente?
Es más, el Estado ya tiene influencia en la entrega de electricidad, mediante la formación de un monopolio natural que no permite la libre competencia en este mercado y que generaría, como siempre, una mejor situación para nosotros los consumidores.
Javier Ávila Parada
Fundación para el Progreso