Señor Director:
En Chile, sin mucha efervescencia, estamos en medio de una campaña electoral de consejeros constitucionales, quienes en su gran mayoría han apelado a asuntos de contingencia de corto plazo, como seguridad y economía, para ser elegidos. No digo que no sean temas de poca importancia, pero quiero recordar que hablar de una nueva constitución supone a lo menos la necesidad de una mirada de largo plazo, de delinear y procurar los estilos de vida que anhelamos a futuro para nosotros, nuestros hijos y nietos, y que en cuyo texto se plasme los ideales y marcos que rijan nuestro actuar para las próximas décadas en nuestro país.
En un contexto donde la evidencia científica – reiterada hace unas semanas por el IPCC- indica la urgencia de modificar nuestros estilos de vida de manera rotunda frente a la realidad que arroja el cambio climático, o frente a la dramática realidad que muestra los altos niveles de inequidad planetaria, donde el 1% de las personas acumulan más del 50% de la riqueza mundial se requiere no solo mirar la contingencia, sino hacerse parte de los desafíos del futuro.
Por eso, en el marco del aniversario de la proclamación por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas como Día Internacional de la Tierra (sábado 22 de abril), parece prudente llamar a quienes redactarán la Constitución, a tomar conciencia y posición frente a estas materias que definirán el futuro de todos. El planeta, nuestro país y sus personas, gritan al oído de todos quienes quieran escucharlo, que su cuidado es materia de atención número 1, y que seguir mirando únicamente el corto plazo no garantizara un desarrollo sostenible para todos, sino únicamente posponer los dolores que ya vemos presentes hoy.
Pablo Vidal Gerente de Sustenta+