Señor Director:
Una gesta épica, con jornada doble, se llevará a cabo en las elecciones que ya parecen estar a la vuelta de la esquina. Con 119 votos a favor la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó el proyecto del Gobierno el cual establece que las elecciones de abril se realizarán en dos días, el sábado 10 y domingo 11 de aquel mes.
“Creo que es una decisión sabia, necesaria y apropiada” señaló el Presidente al referirse al citado proyecto de ley. Lo anterior se podría considerar un triunfo para la democracia en nuestro país, uno más de los que ha tenido recientemente.
Sin embargo, también deja entrever una situación que es necesario tener presente mucho más ahora próximo a las elecciones. En base al fondo del proyecto de ley en cuestión, cabe preguntarse, ¿Por qué a tan solo cuatro semanas de las elecciones, por una iniciativa presidencial, se estableció entregar mejores condiciones a la ciudadanía para sufragar? ¿Será que no tuvieron tiempo, o interés, de pensarlo antes? ¿Qué les hacía temer para no intentar seguir “perfeccionando la democracia”?
Sumado a un contexto sanitario crítico y una campaña bastante menos “informativa” a lo que nos tenían acostumbrados, la ciudadanía ya veía condicionada su facultad de votar por factores externos, de manera que para paliar aquello era necesario entregar mejores condiciones para manifestar su opinión en forma democrática, lo cual se conseguirá gracias a esta ley. ¿Será a eso lo que teme nuestra clase política?
Herman Durán Urra
