Hoy están convocadas más de 451 mil personas en la región de Ñuble a votar en las elecciones presidenciales y parlamentarias. Se trata de un número récord y la primera vez que se elije Presidente de la República con voto obligatorio e inscripción automática, incluso proyectando una participación en torno a 80%. En total, el padrón electoral nacional corresponde a 15.779.102 personas, de acuerdo con datos del Servel.
Ocho liderazgos compiten por la Primera Magistratura intentando representar a una sociedad cada vez más fragmentada, pero no más polarizada ideológicamente, como han planteado algunos líderes políticos; aunque, a la vez, menos interesada en la política y, por lo tanto, menos informada, lo que la hace más voluble e, incluso, vulnerable a los relatos populistas y a las informaciones falsas, un fenómeno creciente en el mundo occidental.
Si bien parece desdibujarse la teoría de los tres tercios, su herencia parece observarse en nuevos clivajes generacionales, de género, territoriales y también socioeconómicos, con una clase media mucho más heterogénea y exigente, pero más concentrada en problemáticas concretas, como la seguridad, la economía y la migración, que preocupada de ser fiel a una ideología o partido.
Por eso esta elección presidencial es una de las más competitivas desde el retorno a la democracia. Más aún si se considera que, de los 15,7 millones de electores, hay cerca de siete millones que se sienten obligados a concurrir a las urnas, es decir, que no perciben este acto como un deber cívico, lo que se puede interpretar como siete millones de votos que podrían dar una sorpresa.
Una interrogante relevante es si la candidata oficialista, Jeannette Jara (PC), alcanzará el 35%, guarismo que la dejaría en una excelente posición.
Sin embargo, la gran duda es si el favorito de la derecha en las encuestas, José Antonio Kast (REP), pasará a segunda vuelta. En primer lugar, porque se asume, según todos los sondeos, que el candidato opositor que llegue al balotaje debiera convertirse en el triunfador en diciembre; y segundo, porque no son pocos quienes esperan una arremetida de los candidatos Evelyn Matthei (UDI) y Johannes Kaiser (PNL).
En tanto, en el Distrito 19, de la región de Ñuble, un total de 50 candidatos se disputan los cinco escaños de diputados. Con un peso relevante de la derecha en la zona, se prevé que nuevamente el resultado sea favorable para dicho sector, lo que se podría traducir en la misma proporción 4-1 que se verificó en la elección de 2021, o bien el oficialismo podría dar una sorpresa y obtener dos cupos, con lo que la relación quedaría en 3-2.
Los incumbentes Sara Concha (PSC), Cristóbal Martínez (UDI), Marta Bravo (UDI), Frank Sauerbaum (RN) y Felipe Camaño (Ind) buscan la reelección, una tarea que no parece sencilla frente a retadores competitivos, como Diego Sepúlveda (REP), Jorge Sabag (Ind), Francisco Crisóstomo (PS), Scarlet Hidalgo (PPD) y Erick Solo de Zaldívar (FA), entre varios otros, quienes, en virtud del sistema de listas (D’Hondt), pueden aportar un caudal de votos suficiente para fortalecer sus coaliciones.
