Cuando aparece un problema los seres humanos tratamos de resolverlo de una forma racional, algo que nos diferencia de los demás animales, y para esto recopilamos datos. La palabra dato se define como la información concreta sobre hechos, elementos, etc., que permite estudiarlos, analizarlos o conocerlos. Cuando se logra tener la información correcta acerca de un determinado suceso, nos permite tomar decisiones basadas en ese análisis, pero si no tenemos una información veraz, no sirve el análisis racional para tomar decisiones, dado que todos los resultados que se obtengan de datos “poco confiables”, son resultados “poco confiables”.
Con el acceso a las diferentes redes (internet y redes sociales), el ser humano ha logrado obtener gran cantidad de información y en forma muy rápida, pero no siempre veraz. También entrega información a la red y ésta es almacenada en servidores que son propiedad de empresas. Por ejemplo: las telefónicas poseen gran cantidad de datos de todos sus clientes e incluso de no clientes; el Servicio de Impuestos Internos (SII), por su naturaleza fiscal, posee nuestros datos de tipo económico; las Isapres y Fonasa tienen nuestro historial de salud; y las empresas de retail almacenan datos sobre nuestras características como consumidores.
Con el desarrollo de la informática y el acceso masivo a la computación, el ser humano está tratando de tomar decisiones basadas en la mayor cantidad de información posible. De esta forma los datos se han transformado en algo de gran valor, pero hasta el momento sólo algunas empresas tienen a su disposición esta información. Para la comunidad científica no le es fácil llegar a ellos, por diferentes motivos. Uno de ellos es la legislación que no permite la entrega de la información personal, pero las grandes empresas pueden comprar los datos para su beneficio, realizando campañas publicitarias que resultan eficientes al uso de esta información. La pandemia se podría haber tratado con mucha más eficiencia si se hubiese tenido acceso a información personal desde que aparecieron los primeros contagiados; por ejemplo, en trazabilidad, para haber tomado las medidas adecuadas y no tomar acciones óptimas para controlar de la propagación del virus.
Se han realizado muchos estudios matemáticos de los datos durante la pandemia, con el objeto de modelar el comportamiento de diferentes variables; pero todos los que han publicado sus estudios coinciden que los datos son de mala calidad producto de la poca información que logran recibir o recopilar. Por lo tanto, queda en evidencia que nuestro país carece de un procedimiento adecuado para trabajar los datos del sector salud, generándose discrepancias entre estamentos relacionados con el tema.
Ahora que vivimos una pandemia podríamos hacernos las siguientes preguntas: ¿qué es más útil para nuestras vidas? ¿seguir con la prohibición del uso de nuestros datos personales por instituciones públicas, o que se puedan usar en casos especiales como ahora? Lo que sí sabemos es que, si esta restricción sigue igual, de todas formas, los datos existen y son usados por algunos que tienen acceso a ellos en forma masiva y los utilizan para sus fines.