Señor Director:
Que el teletrabajo ha llegado para quedarse parece claro. Cada vez son más las personas que aprovechan esta modalidad laboral, la cual permite ahorrar tiempo y dinero a empleado y empleador. Pero no solo. La no asistencia al lugar de trabajo implica, además, una inversión ecológica y de futuro. Que haya más personas teletrabajando implica menos gente usando medios de transporte, públicos y privados. En suma, menos gases contaminantes expulsados a la atmósfera, un efecto colateral que en un contexto climático como el actual no resulta despreciable. Si todos teletrabajáramos dos o tres días a la semana nuestras ciudades estarían menos congestionadas, lo mismo que nosotros mismos, pero sobre todo, nuestro maltratado planeta respiraría un poco mejor.
Gonzalo Teuber
Ingeniero civil