Señor Director:
En las próximas semanas, Codelco deberá definir a su tercer presidente ejecutivo en lo que va del año. Esto en cualquier empresa privada significaría una quiebra y cese de operaciones inminente.
Y es que este es solo el último síntoma de varios trimestres de pésimos resultados para la cuprífera estatal. Según la entrega de resultados del año 2022, sus utilidades se desplomaron en un altísimo 75%. Si bien esto fue explicado en alguna medida por la baja en el precio del cobre, la caída en la producción y el aumento de costos se le pueden atribuir a la pésima gestión que tiene el gigante minero.
Este caso no es aislado, puesto que existen más empresas estatales que han reportado pérdidas en sus últimas entregas de resultados: Ferrocarriles por más de 250 millones de dólares y Enami, otra minera, casi 80 millones de dólares, Metro, casi 380 millones de dólares, entre otras.
Históricamente la administración pública no ha podido competir con la eficiencia del uso de grandes empresas privadas, y seguir dejando el sueldo de Chile a directorios políticos y no técnicos solo seguirá generando estragos.
Javier Ávila P. Fundación para el Progreso