Sin público en las tribunas, por la medida preventiva que busca evitar la propagación del coronavirus en Ñuble, con un jugador menos en la cancha por expulsión de Nicolás Vargas y sufriendo hasta el final.
Así ganó ayer Ñublense a Deportes Valdivia por 2-1 en el estadio Nelson Oyarzún, para transformarse en líder de la Primera B junto a Magallanes.
Los diablos rojos de Jaime García sintieron el golpe anímico que significó jugar sin sus hinchas en la caldera chillaneja, porque si bien arrancaron dominando el balón e instalándose en terreno valdiviano, con el pasar de los minutos el equipo perdió intensidad.
Sin embargo, un buen dos uno, entre Escalante y Ortega, que se conocen de memoria desde Santiago Morning, rompió la modorra en la que había caído el partido porque la jugada terminó en penal en contra del volante argentino.
Desde los 12 pasos no falló el goleador del equipo Federico Mateos para poner el 1-0 y la tranquilidad, ya que antes el centrodelantero forastero Matías Zamora había tenido dos opciones de cabeza para anotar.
En los 40’ otra pared de Ortega con Escalante, casi termina en gol del segundo, pero el palo salvó a Valdivia.
Expulsión y reacción
La expulsión de Nicolás Vargas, por reventar un balón contra la humanidad de un rival, marcó el trámite del complemento. Valdivia se fue con todo y logró el empate vía lanzamiento penal anotado por Erick Wiemberg. Los diablos rojos comenzaban a sufrir con todos los balones aéreos buscando a Zamora.
Con un jugador menos y el ingreso del talentoso zurdo Juan Araya, Ñublense tuvo un segundo aire y logró la hazaña en la recta final del duelo.
Un centro de Ortega, generó un rebote en área valdiviana y Briceño, que había ingresado, capturó el rebote para darle el triunfo al Rojo, que alcanzaba la punta del torneo. Esa que defenderá el fin de semana en su visita a Arica.