Muchas sensaciones amargas quedaron en Ñublense luego de la derrota ante Rangers por 0-1 en el encuentro disputado en el Estadio Fiscal de Talca, que marcó que el Rojo abandonara la parte alta de la tabla del torneo de la Primera B del fútbol chileno.
Uno de los factores que condicionaron la primera derrota en el torneo de la escuadra chillaneja fue la falta de finiquito para poder sacar ventaja en el encuentro. El equipo de Jaime García pudo haberse ido 2-0 al descanso en el primer tiempo, pero desperdició dos claras ocasiones.
La primera fue a los 8’ minutos, cuando en el área del equipo talquino el defensa rival Aquino ponía su mano en la trayectoria del balón, provocando el penal favorable al rojo. Escalante no supo cambiar la oportunidad por gol y Peric contuvo su remate, ahogando el grito de celebración de “Chiquito.
La segunda ocasión de gol clara del rojo vendría en el minuto 16’, cuando Óscar Ortega ingresó al área, eludió a dos defensas rivales y definió ante la salida de Peric. El “Loco”, alcanzó a desviar el balón mandándola hacia al palo de su arco y amargando la tarde nuevamente a la escuadra roja.
Dos ocasiones que finalmente le terminaron costando caro al equipo chillanejo. Luego del encuentro los mismos jugadores fueron autocríticos con este factor de la derrota.
“Fuimos más certeros con nosotros. Es una mezcla de cosas, es una de las cosas a corregir quizás el finiquito. Un jugador más pesa en la cancha. No es culpa de Jorge, no fue el mejor arbitraje. Yo creo que los 30 jugadores del club están para jugar”, declaró Federico Mateos.
“La expulsión nos metió atrás, pero valoro el esfuerzo del plantel ante un rival muy bueno. Vamos por el camino correcto, pero hay que corregir algunos detalles”, aseguró Nicolás Vargas.
El Rojo espera mejorar el finiquito de cara al duelo ante Valdivia el domingo a las 18.00 horas en el Nelson Oyarzún.