Jaime García, DT de Ñublense, tiene una virtud a la que le ha sacado brillo en Chillán.
“Jaime tiene un don, sabe sacarle rendimiento a jugadores que venían mal o no estaban jugando antes”, confirman en la interna roja.
“Para mí todos los jugadores tienen potencial si se entregan al trabajo”, refuerza el propio estratega de uno de los líderes del fútbol chileno.
La sentencia cobra vida en la actualidad, a la hora de analizar el rendimiento de dos actuales referentes del camarín diablo.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]“Dos pesos pesados” que parecía que venían de vuelta de sus carreras, desechados o no tomados en cuenta por el medio nacional, pero que en Ñublense han renacido para transformarse en pilares de un equipo que sueña en grande.
Goleador vigente
Con 33 años, Patricio Rubio, el centrodelantero formado en Colo Colo, que el 2007 tuvo un fugaz paso por Ñublense, que brillara en la U y que compartiera camarín con el mismísimo Ronaldhino en el Querétaro, pero que también jugó en equipos menores como Iberia y Barnechea, parecía que entraba en el ocaso de su carrera tras salir de Unión Española.
Sin embargo, en Ñublense, tras un arranque complejo, en el que después de anotarle a la U, se alejó de los goles, en la actualidad vive su mejor momento.
Ha marcado tres tantos en dos partidos seguidos, siendo vital en las victorias sobre Huachipato y Curicó Unido.
“La verdad es que estoy muy contento acá en Ñublense, el grupo me ha tratado muy bien y la verdad es que todos aportan al equipo. Con el profesor me llevo muy bien, nos trata como hijos y uno tiene que responderle en la cancha. Y sí, como dice él, soy como un niño, soy medio raro, bipolar, pero cuando ya me conocen, es otra cosa”, confiesa Rubio.
“Pato es un niño, le costó al comienzo, pero ahora está aportando mucho al equipo y se lo merece. Así son los goleadores y Pato es un jugador de experiencia que se dejó entrenar y esta aportando al equipo, con goles, porque para eso está”, refuerza García.
Bajó de peso y es crack
Lorenzo Reyes, volante de corte, que fue campeón con Huachipato y la U, seleccionado nacional y que jugó en España y México, estaba prácticamente retirado.
Llevaba más de seis meses sin club y jugando en un elenco de amigos de fútbol 7.
Parecía que su tiempo alejado de las canchas, a pesar de su palmarés, se iba a prolongar, pero para sorpresa de muchos llegó a Ñublense.
El medio cuestionó su arribo por ser, al igual que Rubio, del corral de la empresa de representación de jugadores que integraba Sergio Gioino, actual nuevo controlador del club.
Arribó con más de 10 kilos de sobrepeso y las dudas sobre su real aporte se instalaron.
Sin embargo, García, especialista en recuperación de jugadores, lanzó una reflexión antes que comenzara a darle minutos, a modo de presagio.
“Está entrenando bien. Lo estamos trabajando en la parte física, porque lo otro lo tiene. Es un gran jugador, que conoce el puesto, muy táctico y cuando lo tengamos bien físicamente, sabemos que aportará”.
Y no se equivocó. En la actualidad, Reyes es el aduanero del mediocampo. El jugador que le aporta equilibrio defensivo a la zona, quite, agresividad, personalidad, tenencia de balón, buena administración y salida limpia. Incansable, rompedor y provocador.
“El grupo está bien y vamos por buen camino. Me he sentido bien aportando al equipo y esperamos seguir así, está la ilusión”, comentó con acento mexicano Reyes, tras la victoria sobre la UC.
Rubio y Reyes, dos con pasado glorioso y largas carreras, renacieron en Ñublense, timbraron el certificado de vigencia y el lunes en el estadio Monumental ante Colo Colo, esperan conducir a un grupo de sedientos diablos rojos que aspira a dar otro golpe y sueña con un título inédito en la historia roja.
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