La definición de Jorge Sabag Villalobos de ir por el cupo senatorial en Ñuble es de antigua data.
Lo supo apenas fue reelegido como diputado el 2017 con la primera mayoría, votación eso sí que le dejó un gran desafío: penetrar en Chillán, donde su nivel de conocimiento aún no era óptimo.
Han sido cuatro años de una intensa labor en terreno, particularmente en la capital de Ñuble, donde ha forjado redes y alianzas: Óscar Crisóstomo, en la Gobernación Regional; Camilo Benavente, en la alcaldía de Chillán, e incluso, quien fuera el más férreo detractor de su padre, Hosaín, durante la anterior senatorial, el exparlamentario, Felipe Harboe. Si bien el actual constituyente no ha explicitado su respaldo al DC, sí le habría dado su apoyo en la interna, debido a sus conocidas diferencias con su compañera de partido, Loreto Carvajal.
Bueno para el terreno, quitado de bulla, serio y bastante conservador en lo valórico, Jorge Sabag cree merecer, debido a su trabajo de los últimos años, uno de los dos cupos ñublensinos en la Cámara Alta.
– ¿Es distinto hacer campaña en terreno hoy que hace cuatro años?
– Sí, la gente ha tomado un poco más de distancia de los políticos y hay que entender que entremedio hubo un estallido social, la gente está expectante y en línea con los cambios que necesita el país, está mucho más informada y atenta a lo que está pasando. Nunca me había pasado antes que las personas saben cómo he votado ciertos proyectos, algo que es muy bueno para la democracia.
– ¿Qué lo diferencia de sus contendores?
– He notado una muy buena recepción porque la gente sabe que no vengo solo ahora. Estuve apoyando durante la pandemia a las ollas comunes, la gente me ubica y el apoyo sale espontáneo. Haber estado en los momentos difíciles y trabajando con las distintas organizaciones sociales me ha ayudado mucho. No es lo mismo aparecer solo ahora, para la campaña. Además, he estado haciendo campaña con los candidatos a diputados de la DC, que son nuevos y que vienen a refrescar la política, se necesita un recambio.
– ¿Cree que esta elección parlamentaria tiene una importancia mayor, por el actual contexto político y social?
– Ésta es la elección parlamentaria más importante desde marzo de 1973, porque este parlamento deberá tomar decisiones muy relevantes. Estamos en época de crisis, se está redactando una nueva Constitución y su implementación, si es que se aprueba, dependerá de las leyes que redacte el congreso. No quiero hablar de contrapeso, pero sí será un cable a tierra de la nueva Constitución. Por ello es muy importante elegir un parlamento más equilibrado, que elijamos a buenos senadores y senadoras, buenos parlamentarios, de manera de darle un cable a tierra al país, que hoy tiene incertidumbre.
– ¿Y la elección Presidencial? ¿Cómo ve el panorama?
– Lamento que el país se esté yendo a los extremos, yo apoyo a Yasna Provoste, creo que es la mejor carta y que nos puede dar gobernabilidad, con una mirada hacia ambos lados, no así los otros candidatos.
Ser coherente
– Su candidata, Yasna Provoste, se ha mostrado bastante liberal en cuanto a temas como el aborto, no así usted, que siempre ha sido contrario. ¿No hay allí una contradicción?
– Cuando nos tocó votar la ley de aborto, que tendremos que volver a revisar, nuestra candidata se alineó con esa postura, pero en la vida creo que hay que tener cierta coherencia. Siempre he defendido los derechos humanos, y aunque tenga que perder una elección yo los voy a defender. No podemos mostrar desinterés frente a la muerte de un ser humano indefenso, yo sé que no es una postura popular, pero en política pienso que hay que defender ciertos valores y principios aunque incomode. Es importante tener consecuencia política, si los cristianos hubiésemos sido coherentes durante la dictadura, no habrían pasado las cosas que pasaron. Creo que es muy importante hoy ser coherente y defender el derecho a la vida. Si eso me cuesta la elección, bienvenido sea.
– ¿Y en el caso del matrimonio igualitario?
– También soy contrario, aunque en el tema del matrimonio entre personas del mismo sexo ya existe una regulación. El matrimonio es una institución conservadora, por lo tanto, me parece extraño que personas que quieren un estilo de vida distinto quieran incorporarse a una institución conservadora. Si bien no hay que mezclar la religión con política, yo no puedo pasar a llevar la ley de Dios, el matrimonio es entre un hombre y una mujer por muchas razones, así fue hecha la naturaleza. Las cosas son lo que son y no lo que se dice que son. No todo lo que dice la mayoría es verdad, una institución como la familia debe ser respetada.
– Aparte de todas las necesidades conocidas en la Región de Ñuble, ¿Se ha encontrado con nuevas problemáticas en sus salidas a terreno?
– Junto con el agua y los caminos, creo que la conectividad digital fue algo que dejó en evidencia la pandemia, hay sectores que están desconectados. Es un elemento muy importante, al igual que algo antiguo pero nuevo: la necesidad de ser escuchados. Creo que la creación de la región ha significado un cambio muy significativo en ese sentido, la institucionalidad está más cerca de la gente.