Señor Director:
En el país, el tratamiento de la basura persiste desde hace varias décadas. La población creció sustancialmente, así como el tamaño de la economía y la variedad de bienes que ofrece el mercado; sin embargo, nuestra sociedad no muestra, al momento de gestionar los desechos, el mismo dinamismo y voracidad que al momento de producir, importar y consumir. Las 75.000 toneladas anuales de basura que genera Chillán, y que apenas reciben tratamiento, son una muestra de ello.
La basura constituye un problema oculto. La mayoría de ciudadanos no ha visto y por lo tanto no alcanza siquiera a concebir la escala del problema del relleno sanitario de Chillán Viejo, con las decenas de hectáreas de basura apiñada que crecen a diario. La situación de los moradores del sector, es una advertencia sobre el futuro que nos espera, si es que no se planifica para el futuro.
El problema de la basura requiere una transformación urgente de la sociedad. Se debe educar a la ciudadanía, aprovechar las nuevas tecnologías para el manejo y el reciclaje, y, sobre todo, ajustar la normativa a los nuevos tiempos. Los desechos constituyen, además de un riesgo inminente, un nuevo campo de actividad económica que el país debe aprovechar.
Juan Carlos Olivares