Hasta el palacio de La Moneda llegó por primera vez el presidente Gabriel Boric en su calidad de máxima autoridad del Estado, donde fue recibido por una multitud y desde donde realizó su discurso al país.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]“Chilenas y chilenos. Habitantes de nuestra patria. Pueblo de Chile: esta tarde, por primera vez les hablo como Presidente de la República; como Presidente de todas y todos los que habitamos este país que tanto queremos a Chile, que ha sufrido tanto y que tanas alegrías nos ha dado. Gracias infinitas por darme este honor”, dijo el ex diputado.
“El pueblo de Chile es protagónico en este proceso. No estaríamos aquí sin las movilizaciones de ustedes y quiero que sepan que no llegamos aquí para llenar cargos, solazarnos entre nosotros y para generar distancias inalcanzables; llegamos a entregarnos en cuerpo y alma al compromiso de hacer mejor la vida en nuestra patria”, afirmó el Mandatario.
“He vistos sus caras, recorriendo nuestro país, compatriotas: las de las personas mayores cuya pensión no les alcanza para vivir, porque algunos decidieron hacer de la previsión un negocio; las de quienes se enferman y sus familias no tienen cómo costear el tratamiento; las de los estudiantes endeudados; las de los campesinos sin agua por sequía y por saqueo; las de las mujeres que cuidan a sus niños con T.E.A., que en cada lugar de Chile me las encuentro, a sus familiares postrados y a sus bebés indefensos”, declaró Boric.
Las caras, prosiguió, “de las familias que siguen buscando a sus detenidos desaparecidos, que no dejaremos de buscar; las de las disidencias y diversidades de género que han sido discriminadas y excluidas por tanto tiempo; las de los artistas que no pueden vivir su trabajo, porque la cultura no es lo suficientemente valorada en nuestro país; las de los pueblos originarios, despojados de sus tierras, pero nunca de su historia; las de la clase media acogotada; las de los niños y niñas del Sename; las caras de las zonas más aisladas de este país, como Magallanes; y las de quienes viven en la pobreza olvidada”.
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