El Presidente y la ilusión de la culpa ajena

Señor Director:
En Chile existe una ley clara: las entidades estatales, incluidas las municipalidades, deben pagar oportunamente a las empresas que les prestan servicios o suministran productos. Sin embargo, año tras año vemos cómo este mandato se incumple, y las excusas se repiten: “No es culpa del gobierno central, son las municipalidades las que no pagan a tiempo”.
Pero la verdad es ineludible: el Presidente es el jefe del Estado y del gobierno. Si la ley no se cumple, la responsabilidad última recae en él. Supervisión, coordinación y control son parte de su deber. Echar la culpa a las municipalidades no es más que un desvío de responsabilidad, una forma de evitar rendir cuentas mientras los problemas se acumulan y las empresas sufren retrasos que afectan su funcionamiento y empleo.
La ciudadanía necesita líderes que asuman sus obligaciones, La política no es un juego de señalar culpables lejanos; es un instrumento para garantizar que las leyes se cumplan y que la vida de las personas y las empresas funcione con justicia y eficacia. Mientras el gobierno central siga negando su responsabilidad, la ley de pagos oportunos seguirá siendo una letra muerta.
Jorge Porter Taschkewitz