Señor Director:
En su fugaz paso por Chile el excandidato presidencial Franco Parisi habló en cuanto espacio pudo sobre el “poder de la gente” en alusión a abrir espacios de participación y consulta ciudadana.
El problema que esto representa es que podría dejar en manos “de la gente” decisiones relevantes y que nos afectarían a todas y todos. Esa misma ciudadanía, al igual que la política, cambia constantemente, no necesariamente están preparados o cuentan con las competencias suficientes y lo que puedan querer hoy no necesariamente es lo mismo un año después, generando arrepentimientos para los cuales ya es tarde. Dos ejemplos recientes: nueva constitución y la elección del presidente Gabriel Boric.
Rodrigo Duran Guzmán