“Es así. De repente estamos viendo un partido y me dice ‘saca un papel y anota…me gustaría que hiciéramos este trabajo mañana…¿qué te parece?. O te llama y te dice ‘anoche pensé que podríamos hace este trabajo específico…¿qué te parece?. Al comienzo cuesta, pero ya nos estamos acostumbrando a este método, de buscar siempre sacar lo mejor del jugador. La máxima exigencia. Es su método propio. El método García”.
La reflexión la hace el preparador físico de Ñublense, Claudio Muñoz, quien revela que el técnico de Ñublense, Jaime García, ha sido capaz de diseñar un estilo de trabajo en el que busca permanentemente que el jugador se entregue al límite de sus capacidades conviviendo, incluso, con la tolerancia al dolor.
Pero esa exigencia, que al comienzo el jugador recibió casi como un castigo, se ha transformado en la principal arma de los jugadores para marcar diferencias en los partidos a nivel físico y motivacional.
“Es un método que rompe los paradigmas porque estos están para romperse. Acá se entrena con música porque motiva a los jugadores y ¿qué hay de malo que entrenemos con música como dice el profe?, si el jugador se motiva. Quién dijo que no se podía hacer, los volúmenes de trabajo o entrenamientos son altos, más que el promedio y quien dijo que no se puede si sabemos cuanto pueden dar los jugadores”, analiza Muñoz.
“Jaime siempre nos está pidiendo que cada uno, en su área, le pida el máximo a los jugadores y lo más positivo es que estos tienen una gran disposición a entrenarse y eso es esencial. Jaime quiere jugadores profesionales y no titulares. Jugadores que dejen todo en la cancha y no claudiquen, que no dejen de luchar. Ahora, como decía Claudio (Muñoz), ayuda que entrenen la parte física con música, porque la música, motiva, entretiene y relaja y bajo esa fórmula, también se logra que recorran todos los kms que Claudio les pide y así duele menos jajaja”, profundiza Alexi Ponce.
Adaptados
El lateral izquierdo Jovany Campusano, uno de los jugadores de mayor despliegue físico de Ñublense, que alcanzó la máxima velocidad ante Audax Italiano (31 kms/hora), reconoce que ya se están adaptando a la metodología de Jaime García.
“Al comienzo costó. En la pretemporada recorrimos muchos kms y ahora en la semana igual sumamos (casi 8 kms diarios recorre cada jugador y por partido varios superan los 10 ú 11), pero ya nos estamos adaptando porque sabemos que es por nuestro bien para que podamos al más alto nivel en la cancha y eso se está demostrando”, acota “Chucky”.
Directo al corazón
Jaime García, explica desde Cartagena, donde descansa por estos días, para volver con todo a los entrenamientos el sábado a las 12:00 horas en Paso Alejo, de cara a la Copa Chile, que su método apunta a la fortaleza interna del jugador para que sea autoexigente y alcance su mejor nivel de rendimiento.
“Mi método no creo que sea tan distintos en términos de parámetros numéricos, pero quizá tiene sus condimentos. Lo que yo busco es que el jugador crea en el modelo de trabajo y en sí mismo. Apelo a su corazón, a su fuerza interna. Que sepan que pueden superar sus niveles de entrenamiento, bajar los parámetros, las estadísticas que nos arroja el GPS, romper techo, exigirlos al máximo”, confiesa.
“Mi idea es llevarlos al límite, que aprendan a tener tolerancia al dolor, pero con días de descanso. Que busquen sus límites. Ahí ves el ejemplo de Federico Mateos, quien ha subido sorprendentemente su rendimiento físico, porque sabe que eso lleva a la alta exigencia. En los reducidos, en los trabajos con harto balón, en lo táctico. Voy trabajando mi forma, subiendo los estándares, apelando al corazón”, recalca.
“Cuando revisamos las cosas de nosotros, llamo a Claudio (Muñoz) y le digo que es lo que hay que corregir o mejorar. Por ejemplo, veo un buen partido que hizo la Selección Chilena o la de Uruguay, algo que me gustó é intento aplicarlo o repetir las mejores cosas que hicimos en un partido por lo menos durante cuatro acciones para seguir potenciándolas porque quiero que mis jugadores trabajen al límite”, sentencia García, fiel a su método. Su propio método.
