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“El Museo, el Archivo, la Biblioteca y la recuperación de Los Carmelitas cambiarán el rostro de la región”

El director del Servicio del Patrimonio de Ñuble, Claudio Martínez, acaba de cumplir ocho meses en el cargo, un tiempo desafiante en que ha debido ponerse a la cabeza de proyectos emblemáticos que atañen a la región. En entrevista con La Discusión, repasa los hitos de su gestión en un año marcado por la generación de proyectos que permitan ir completando a la región en material cultural.

-¿Cómo describiría este primer período en el cargo?

-Este primer periodo en el cargo ha sido por un lado de aprendizaje, y por otro de integración al trabajo de un equipo profesional con una vocación de servicio extraordinario. Ambos factores le han dado sentido y profundidad a mi trabajo como director regional, lo que ha significado una muy valiosa síntesis de lo que ha sido hasta ahora mi experiencia y trabajo profesional.

-¿Cuáles considera que han sido los principales logros o avances en este tiempo?

-Me atrevo a afirmar que uno de los principales logros en este tiempo, ha sido darle visibilidad e identidad al Servicio Nacional del Patrimonio, a través de la gestión de la Dirección Regional de Ñuble. En ese aspecto hemos tenido avances significativos y de reconocimiento de nuestra expertiz en materia de patrimonio, lo que ha permitido llegar a sectores, que hasta ahora el patrimonio y los procesos de puesta en valor no les eran prioritarios.

¿Qué desafíos ha debido enfrentar al liderar una institucionalidad patrimonial aún en proceso de consolidación dentro de una región también joven como Ñuble?

-Los principales desafíos que he enfrentado es precisamente liderar una institucionalidad aún en formación, en la cual el cortoplacismo a veces no deja espacio a proyectos de carácter patrimonial que por su naturaleza son más de mediano y largo plazo. Hacer converger ambas miradas sigue siendo uno de los principales desafíos de la gestión de la Dirección Regional de Patrimonio.

-¿Qué aprendizajes o reflexiones personales le deja este primer periodo en el ámbito del patrimonio cultural?

-El Día de los Patrimonios tuvo un éxito extraordinario en Ñuble, así como en el resto del país. Fue un día de fiesta popular y de unidad nacional en torno al patrimonio cultural. Esto nos dice que las brechas en el ámbito de la gestión del patrimonio cultural, están situada en otros ámbitos, como son los actores públicos que toman las decisiones y que tienen las herramientas para viabilizar el desarrollo de los territorios, a través de la puesta en valor del patrimonio.

-¿Qué proyectos destacaría como los más significativos actualmente en desarrollo dentro de la región?

-El o los proyectos más significativos, son la transformación del barrio estación en un polo cultural de jerarquía. La construcción del Museo Regional, del Archivo y Biblioteca Regional, y la recuperación de la Iglesia y convento Los Carmelitas, son iniciativas que están en pleno desarrollo por nuestros de equipos, creo que sin marcha atrás. En el mediano plazo serán una realidad y le cambiarán el rostro a la ciudad y a la región. El proceso de compra de los terrenos anexos a los Carmelitas, está en su fase final, y ha sido llevado por nuestros profesionales con rigor y total transparencia.

-Considerando la riqueza de Ñuble, ¿cómo se está abordando la relación entre patrimonio material, inmaterial y natural en la gestión regional?

-En materia de Patrimonio Cultural Inmaterial, el proceso de Salvaguardia de la alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, contempla la entrega del informe final a la Unesco el año 2026. En esa línea se conformó un equipo de trabajo y seguimiento permanente liderado por la Unidad de PCI de la Dirección Regional. Así mismo estamos iniciando un trabajo colaborativo con Indap, con el objetivo de identificar muevas manifestaciones; al igual que con la Municipalidad de Cobquecura, en un trabajo conjunto para la gestión de la zona típica. En cuanto a los pueblos originarios, la celebración del solsticio de invierno desde la perspectiva del pueblo mapuche y su valor patrimonial, tendrá este año una especial relevancia. Será el 27 de junio.

-Además de su labor como director, usted también es escritor. ¿Qué lo motivó a escribir El Rescate, su más reciente novela?

-La principal motivación de escribir El Rescate, es haber estado cerca del proceso que se abrió Augusto Pinochet en España y observador en primera línea de su detención en Londres el año 1998. Conocí a personajes muy singulares vinculados a este hecho. Se trató de una situación que muy difícilmente se vuelva a repetir, lo que me motivo a escribir una ficción en el género conocido como “ucronía”. Esto es poner a conversar e interactuar a peonajes reales en situaciones que no ocurrieron, pero que podrían haber sido posibles. La obra ha generado interés por su mezcla de ficción, suspenso y elementos históricos.

-¿Cómo fue el proceso de investigación y creación de esta historia?

-La investigación se vio enriquecida por mi propia vivencia, lo que me permitió dejar espacio a la imaginación y creatividad, esto nutrió una novela de dicho género. La novela permite todo tipo de libertades, aun tratándose de un texto con raíz histórica.

-¿Está trabajando en algún nuevo proyecto literario?

-Si, se trata ahora de una crónica histórica, que da cuenta de la relación entre una institución muy importante en la consolidación de la república y la política, en una ventana de los últimos 60 años.

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