El modelo keynesiano y su desafío en Chile

Señor Director:
Hace casi dos décadas, el entonces ministro de Hacienda, Andrés Velasco, explicaba que Chile tenía un sistema económico
seguro basado en el modelo keynesiano, donde el consumo y el gasto público eran motores clave.
Sin embargo, en la última década, el gasto del Estado ha aumentado mientras el consumo privado se ha estancado, afectando el
crecimiento. Más que debatir quién consume, el problema radica en cuánto se consume. La idea de que el consumo total impulsa
la economía deja de lado la inversión y la producción, priorizando a los intermediarios sobre la generación de riqueza.
En la práctica, descuidar la inversión limita el impacto del consumo. Además, cuando los consumidores reducen su gasto por
pesimismo, disminuyen los ingresos fiscales y, con ello, el gasto público. Para compensarlo, se aumentan impuestos, encareciendo
precios y afectando aún más el consumo.
Este escenario, lejos de ser solo negativo, es una oportunidad. Si seguimos la lógica planteada por Velasco, fortalecer la inversión
en infraestructura y seguridad puede impulsar el consumo y la confianza, sentando bases más sólidas para el crecimiento.
Pablo Müller-Ferrés
Académico Facultad de Administración y Negocios UACH