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El modelo económico chileno 2000 – 2005

Con buenas noticias en materia económica comienza el nuevo siglo. El PIB real se incrementa en 6,1% durante el primer trimestre de 2000. La tasa de desempleo, por su parte, rompe la tendencia al alza que se venía registrando por la crisis asiática. En materia de estrategia política, se reafirma el buen funcionamiento del modelo (crecimiento) y se anuncia formalmente el comienzo del trabajo de restauración de la “Ecce Homo” local (con igualdad).

En su primera cuenta del Estado de la Hacienda Pública en octubre de 2000, el ministro de Hacienda de la época esbozó lo que sería el trabajo de su cartera en materia económica. En efecto, si bien reconoce “el fuerte crecimiento de la economía durante la última década” y “las mejoras sustantivas en la reducción de la pobreza”, se plantea la necesidad de “aminorar la desigualdad existente”. El diagnóstico era claro, “el gasto social tiene un efecto positivo en reducir la desigualdad”. Paradojalmente, la principal crítica que con el pasar del tiempo se le hizo a los seis años de gobierno fue el crecimiento y consolidación de los grandes grupos económicos.

El año 2001 el país sufre un ajuste brutal. El creciente dinamismo que la economía mostró durante el 2000 se fue diluyendo a lo largo del año 2001. La tasa de crecimiento del PIB se fue reduciendo desde 3,4% en el primer semestre a solo 2,2% en la segunda parte del año. La tasa de desempleo se mantuvo en niveles del 9%, atenuada principalmente por los programas sociales pro-empleo.

La política pública comienza un proceso de regulación del mercado laboral, como el seguro de cesantía, que tendrá un impacto en la futura tasa de desempleo. Para 2002, mejoran las expectativas externas lo que de alguna manera se refleja en las principales variables macroeconómicas. El crecimiento económico fue de menos a más. Partió el primer trimestre con 1,3% y terminó el cuarto trimestre con 3,2%. Sin embargo, el desempleo se mantenía en niveles superiores al 9%. Es decir, a pesar del gasto social, se mantenía sin variación el crecimiento económico con desigualdad.

El 2003, la economía sigue retomando su senda de crecimiento alcanzando el 3,3%. La tasa de desempleo mantuvo una disminución sostenida durante el año, bajando del umbral del 9%. Sin embargo, el gasto social y los cambios al sistema económico siguieron en pleno desarrollo.

En 2004, la economía chilena mostró un significativo aumento de su ritmo de crecimiento durante el segundo semestre del 2004, con un incremento para el año de 6,1%. Empero, el desempleo siguió en niveles superiores al 8%. La cuenta pública del ministro de Hacienda recalcaba en seguir buscando el crecimiento con equidad, centrando su discurso en “fortalecer las capacidades y desarrollar las habilidades de sus ciudadanos, basado en la educación, el conocimiento científico y la innovación tecnológica”. A pesar de los cuantiosos recursos dedicados a ello, poco sirvió para cambiar la brecha de desigualdad.

En el último año de gobierno, el PIB creció en 5,8% mientras que el desempleo mostró una disminución, pero manteniendo la tasa sobre el 8%. Es decir, el modelo económico chileno muestra su capacidad de crecimiento. Pero, el alto nivel de desempleo y el creciente gasto social, que sigue reduciendo la pobreza, profundizan la desigualdad. Se comienza a hacer evidente la desfiguración del rostro de la “Ecce Homo” económica chilena.

Renato Segura
Profesor ingeniería comercial USM

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