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La ceremonia de entrega de viviendas para las personas que ocupaban el llamado campamento de Oro Verde 2, el pasado lunes 14 de octubre, significó el fin de un proceso de intervención de cinco de estos asentamientos precarios ubicados en la intercomuna Chillán-Chillán Viejo, y que eran parte del catastro del Ministerio de Vivienda.
El programa Asentamientos Precarios, regido por el Catastro Nacional de Campamentos desarrollado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo se realiza desde el año 2011.
Los dos enfoques principales son la radicación y relocalización, la primera implica que a las familias se les busca una solución en el mismo lugar de ocupación, luego se trabaja en la regularización, consecución del título de dominio, revisión de servicios básicos y la posterior urbanización del lugar.
En tanto, la relocalización implica un trabajo de diagnóstico por parte de los funcionarios Serviu del programa de Asentamientos, traslado de las familias a otros lugares debido a que se encuentran comúnmente en terrenos fiscales o privados en condiciones precarias sin servicios básicos o con conexiones informales de electricidad y agua potable.
Con todo lo anterior cumplido, el seremi de Vivienda y Urbanismo de Ñuble, Antonio Marchant, afirma que “con esto la capital regional de Ñuble se transforma en la capital regional sin campamentos en Chile por parte del Ministerio de Vivienda; y tampoco hemos tenido información sobre nuevos asentamientos, ni otros que se hayan quedado sin atención”.
El plan propone como solución distintos programas habitacionales, como el de integración DS19, que permite incorporar en un proyecto a familias de sectores medios y bajos.
Ejemplo de esto son familias del campamento Mi Casa Mi Sueño de Chillán y Puente Ñuble III, de San Nicolás, que fueron incorporados con cupos, vía subsidio al proyecto Parque Cordillera de inmobiliaria Urbani, en Chillán.
Otro ejemplo emblemático es el proyecto Oro Verde II (Chillán), que nace tras la estrategia de relocalización vía subsidio AVC (Adquisición de Vivienda Construida) de 32 familias de distintos campamentos de la capital regional y Chillán Viejo.
Según información proporcionada por el Serviu Ñuble, dentro de dicho grupo había nueve familias rezagadas del proyecto Oro Verde I que estaban en un barrio transitorio (el primero de Ñuble).
La semana pasada Serviu y seremi Minvu entregaron, finalmente las llaves a estas 32 familias que dejan atrás su vida en campamento y se integran al proyecto Villa Iraira 2.
Todos ellos pertenecían a Los Corregidores, Los Eucaliptus, Cabildo, Línea Férrea, Los Colihues y Oro Verde, a los que se suma a un séptimo en la comuna de Quillón (José Campos Orellana).
Aún quedan 15 en la región
Tras el inicio del actual Gobierno, en Ñuble se catastraron 22 asentamientos precarios. Actualmente quedan 15 campamentos activos en la región.
Entre estos se encuentran los de Coelemu con cuatro campamentos en proceso de intervención; en Ninhue, el Minvu adquirió un terreno para el desarrollo habitacional, ya en etapa de diseño, lo que permitiría el cierre del proceso en esa comuna; existen otros dos en Bulnes, los que también cuentan con un predio ya comprado por el ministerio; más otro en el sector de Santa Clara cuyo futuro depende de las tratativas con la municipalidad para la cesión de los terrenos en el que están emplazadas las viviendas.
También quedan campamentos en San Nicolás, en la orilla del puente Ñuble, asentados en predios de Bienes Nacionales, los que podrían ser cedidos para un proyecto a cargo del Minvu. “En esta comuna, también nos quedan los de Esmeralda Sur, donde ha sido muy difícil desarrollar proyectos”, añadió el seremi Marchant.
Respecto al año 2025, la autoridad anticipó que esperan erradicar dos campamentos más, con lo que se terminaría el 50% de los campamentos existentes en Ñuble.