Jaime García es un hombre sensible.Apegado a su gente. A su natal Cartagena. A su familia. Y especialmente, a su madre, la señora Eugenia Arévalo, que hace pocos días cumplió 83 años.
Si bien no pudo estar con ella presencialmente, pues estaba en plena pretemporada con los diablos rojos, a la distancia le demostró su devoción absoluta porque fue la que marcó su vida. Su guía en los momentos más duros cuando el camino elegido no era el correcto.
Si bien no pudo estar con ella presencialmente, pues estaba en plena pretemporada con los diablos rojos, a la distancia le demostró su devoción absoluta porque fue la que marcó su vida. Su guía en los momentos más duros cuando el camino elegido no era el correcto.
En vísperas de Navidad, sabe que ella es su mejor regalo. “Mi mejor regalo… Poder tener a mi madre a mi lado por muchos años más viéndome y disfrutando de lo que he logrado en el fútbol. Ése es mi mejor regalo”, declara con la garganta apretada y los ojos vidriosos, quien ve reflejado en la figura de su vieja, años incansables de sacrificio y entrega.
Ella es la que lo insta a seguir mejorando al mando del renovado plantel de Ñublense, que en medio de las fiestas de fin de año trabaja a todo motor en la pretemporada de cara a la temporada 2023.
“Tengo toda la confianza que con los jugadores que han ido llegando vamos a ser protagonistas. Se siente en el aire. Se nota esa disposición y ganas de trabajar. De dejarse entrenar”, reflexiona García.
El entrenador es realista y confiesa que el club no hará un gran desembolso para traer jugadores para no desestabilizar su presupuesto, por lo que su misión principal “es enfocarse en el Campeonato Nacional, esa es la prioridad y en la Copa Libertadores trataremos de hacer un gran papel”.
“Hemos traído jugadores de buen pie, se está armando un buen equipo, pero tienen la vara alta porque los jugadores que pasaron por aquí mojaron la camiseta”.
Molestia
En otro tema, García evidenció su molestia por las críticas que recibió en redes sociales el nuevo preparador físico de Ñublense, Pablo Álvarez, quien trabajó en las inferiores de Colo Colo y en el primer equipo de Deportes Iberia y Valdivia.
“Él también comenzó de abajo como yo, solo que no había tenido la oportunidad de demostrar su nivel en Primera, entonces me molestan las críticas. Es un gran profesional. Claudio Muñoz también seguirá en el cuerpo técnico y tuve una conversación con él porque todos estamos sometidos a una evaluación permanente. Yo cuando llegué a Ñublense me impusieron un preparador físico, pero soy de los que da oportunidades para crecer y todos tenemos que estar a la altura”, recalcó.
Esquema
Sobre el esquema de juego y sello que pretende plasmar el 2023, considerando los jugadores que han llegado (Juan Córdova, Juan Leiva, Jorge Henríquez, Pablo Aránguiz, Andrés Vilches y Bayron Oyarzo), García fue enfático.
“Los jugadores que llegan también deben adaptarse a nuestra propuesta. Acá el jugador tiene que correr, tener entrega, tener una posición al momento que atacamos, tiene que volver cuando hay que defender, me gusta el buen pie, la posesión de balón, pero también atacar rápido y directo, con transiciones veloces. Me gusta salir jugando desde atrás con toques rápidos, con jugadores dinámicos y rápidos, que sepan dar pases sucesivos, para eso estamos trabajando en esta pretemporada”, detalla el “Búfalo”.
“Si ellos se dejan entrenar, me dan la confianza, se matan corriendo, yo les daré toda la confianza y se adaptarán rápido a mi idea. A cómo siento el fútbol, al sello que le gusta a nuestro hincha”, insistió.
García anticipó que de aquí al duelo amistoso internacional con Oriente Petrolero en la “Noche Roja”, el próximo 8 de enero en Chillán, espera que su equipo “tenga orden, que sepa llegar al arco rival muchas veces, pero que también sepa defender, porque ese es nuestro sello, el atacar, presionar, buscar el error en campo rival, pero también defender con orden”.
El técnico subrayó que ha madurado en estos cuatro años en el club y por lo mismo la versión de Ñublense 2023 mostrará pasajes de fútbol rápido y aceleración con momentos de tenencia de balón, pausa y desaceleración.
“Me he tenido que reinventar todos los años, adaptarme a la realidad del club porque sé donde estoy parado. Sé qué jugadores, más o menos, pueden llegar de acuerdo al presupuesto, aunque Sergio (Gioino) está súper claro que deben llegar jugadores, porque se vienen torneos muy duros y yo no puedo hacer magia cada tres meses”.
En Copa Libertadores, Jaime García quiere ver un equipo “agresivo, que deje el nombre de Ñublense lo más alto posible, en casa y afuera. Esa es mi forma. Tengo que hacer sentir a los jugadores que son tan importantes como el nombre de la institución, donde vayamos tener que ser agresivos, porque si nos dedicamos a defender o a meternos atrás nos pueden meter seis igual, pero sí, claramente, el equipo no saldrá a jugar atolondradamente, porque sé que hay momentos en que hay que variar. Fuimos a jugar a Uruguay y nos plantamos con personalidad. Ahora, por ejemplo, si nos toca con Boca Juniors, claro, hay que ver qué plantea el rival, pero el jugador que dirijo siempre tiene la confianza para salir a presionar y jugar los duelos atrás”.
Finalmente, junto con desearle a la hinchada una Feliz Navidad, les hace una invitación.
“Los invito a creer. A seguir apoyando como lo han hecho. A que sigamos juntos otro año más porque estamos trabajando para que el equipo juegue con ese sello que tanto le gusta a nuestro hincha”, sentenció.