Aprovechando las buenas condiciones de nieve, se abrió la temporada en Nevados de Chillán, el mayor hito turístico del año en Ñuble que espera recibir 100 mil visitantes este invierno.
Por dos meses, el principal destino turístico de la Región reportará importantes dividendos no solo a la empresa que tiene su concesión y al municipio de Chillán, sino que también beneficia a otros actores de la zona en rubros como el comercio, servicios y transporte.
En el gobierno de Chillán -propietario de 10 mil hectáreas en la cordillera de Pinto- están conscientes que tienen un diamante aún en bruto y asumen que puede reportar mucho más que los últimos 15 años por concepto de la concesión, pero sigue pendiente la confección de un plan maestro para la explotación de los bienes con que cuenta el municipio chillanejo en la montaña.
Se avanzó poco la última década, sin embargo, podría haber un cambio si prosperan los planes de la nueva administración, que contrató a un mayor número de profesionales y tiene una visión de cómo desarrollar planes de corto plazo, como es el parque ecológico que pronto inaugurará, y otras de mediano y largo plazo, asociadas al turismo de naturaleza, en las 3.500 hectáreas que están fuera de la concesión.
Las Termas de Chillán ha empujado el desarrollo de Las Trancas, que pertenece a la comuna de Pinto, sumando un total de 4 mil camas, cifra que no deja de ser significativa, puesto que supera la oferta de Concepción.
La información proveniente del mercado inmobiliario indica que, a pesar de la crisis, en la zona seguirá potenciándose la inversión en segunda vivienda. Sin embargo, para que este destino aspire a ser de categoría mundial debe superar varias falencias, partiendo por la ausencia de un Plan Regulador que se haga cargo de las complejidades de la zona y las limitaciones ambientales derivadas de su emplazamiento en una zona de alto valor natural, como es la Reserva de la Biosfera Corredor biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja.
Esa planeación está avanzando, pero no exenta de cuestionamientos por parte de las comunidades, y convendría poner atención en ello. La participación ciudadana del plan regulador de Pinto ha sido hasta ahora más formal que real, y la gobernanza de nuestra reserva de la biósfera sigue radicada en Concepción, un total despropósito, considerando que 70% de su superficie se encuentra en Ñuble.
La falta de planificación también ha derivado en que tampoco exista una red sanitaria, y pese a que se está trabajando en un proyecto de amplia cobertura y moderna tecnología, en la práctica pasará otros 5 años con enjambres de mangueras, al margen de la ley.
Es de esperar, entonces, que Ñuble recupere la administración de su gran cordillerana, que la zona cuente pronto con un Plan Regulador que establezca un ordenamiento territorial acorde con una mirada sustentable, que la Municipalidad de Chillán pueda explotar eficientemente los bienes que posee, y sobre todo que el desarrollo de nuevos negocios no solo genere empleos, mayores ingresos y más turismo, sino que también permita asegurar un crecimiento sostenible en el tiempo, cuidando su principal atractivo para que las futuras generaciones también puedan gozar de sus beneficios.