“El gran desafío que sigue pendiente es consolidar a Ñuble como capital cultural del país”

Apenas unas semanas lleva en el cargo el nuevo seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Ñuble, Hugo Osorio, y ya tiene sobre la mesa una tarea marcada por la urgencia. Con el cambio de gobierno fijado para marzo, el desafío es avanzar contrarreloj en materias clave para la región: dejar encaminados proyectos emblemáticos como el Museo Regional de Ñuble, el Archivo Regional y otras iniciativas culturales largamente esperadas por la comunidad. Su breve periodo de gestión, sin embargo, se convierte en una oportunidad para dar continuidad a procesos relevantes y asegurar que no se pierda el trabajo acumulado en estos años.
Tras la obtención del RS del Museo Regional de Ñuble, ¿cuáles son los siguientes pasos?
Ahora, el Museo Regional de Ñuble inicia una etapa clave de su desarrollo. Este hito nos permite solicitar la identificación presupuestaria a la Dirección de Presupuestos, requisito fundamental para dar continuidad al proceso. Según la planificación vigente, en noviembre de 2025 se contratarán las gestiones necesarias para obtener el permiso de edificación, el cual se espera materializar durante el primer semestre de 2026. Posteriormente, en la segunda mitad de ese mismo año, la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas llevará adelante la licitación pública para adjudicar la empresa constructora. De cumplirse estos plazos, las obras estarían comenzando entre fines de 2026 e inicios de 2027.
En materia de infraestructura, ¿en qué estado están otros proyectos como el Archivo Regional y la iglesia y convento Los Carmelitas?
En cuanto al Archivo Regional de Ñuble, el proceso avanza con la licitación de los estudios previos, los cuales están siendo concursados por un monto de $83.400.000 y cuya ejecución está contemplada para lo que resta de 2025. De acuerdo a la planificación, durante el segundo trimestre de 2026, se realizará el concurso de arquitectura para lo que queremos fomentar la participación de consultoras locales. Respecto de la iglesia y convento Los Carmelitas, hemos realizado las gestiones para contar prontamente con el comodato que está en análisis jurídico. Se trata de uno de los compromisos que asumimos al llegar a este cargo y que consideramos prioritario para la recuperación del patrimonio histórico y arquitectónico de Ñuble.
¿Impulsarán alguna acción por San Juan de Dios? Es un punto negro para la inauguración del nuevo Hospital Regional.
Desde la Dirección Regional de Arquitectura nos han informado que este proyecto ya había obtenido en su momento la Recomendación Satisfactoria (RS) y contaba con adjudicación para su ejecución, pero en aquel entonces fue desestimado por la autoridad regional de la época, perdiendo los fondos y la vigencia del RS. Actualmente, estamos revisando las fuentes de financiamiento, una es Subdere – Gore, y por nuestra parte, solicitaremos evaluación presupuestaria para solicitar recursos del Ministerio. En ese escenario, sería de gran relevancia contar con un apoyo desde el ámbito de Patrimonio y Cultura, dado el impacto que tendría en la recuperación y puesta en valor de este espacio histórico. Hemos propuesto además trabajar bajo la modalidad de Pago Contra Recepción (PCR o 108), que permite agilizar los plazos de ejecución de las obras. Hoy, los montos asociados al proyecto se encuentran en proceso de ajuste para poder avanzar con mayor certeza en los próximos pasos.
A pocos meses de concluir el gobierno, ¿cuál es el balance y los desafíos que hace de la gestión cultural en Ñuble?
Positivo y, al mismo tiempo, lleno de desafíos. Cuando asumimos esta tarea nos propusimos metas concretas: sacar adelante proyectos largamente anhelados como el Museo Regional de Ñuble, avanzar en el Archivo Regional, iniciar la restauración de la iglesia y convento de Los Carmelitas y fortalecer espacios de creación y encuentro como el Cecrea Ñuble. Hoy podemos decir con orgullo que hemos dado pasos decisivos en poco tiempo. El gran desafío que sigue pendiente es consolidar a Ñuble como una capital cultural del país, tarea que requiere continuidad y el compromiso de diversos actores públicos y privados. Hemos puesto las bases para que la región cuente con infraestructura cultural de primer nivel y con una programación que refleje su riqueza patrimonial y creativa. El camino está trazado, y confiamos en que lo avanzado servirá de impulso para que los próximos años Ñuble siga creciendo en torno a su memoria, su identidad y su talento artístico