El fiasco de los toldos azules

El fiasco de los toldos azules
Señor Director:
Lo que debía transformarse en una fiesta para que los chillanejos pudiéramos trabajar se vio opacado por la llegada de los conocidos toldos azules provenientes de Santiago. Se nos aseguró que la seguridad estaría reforzada y que los foráneos no se tomarían el control. Sin embargo, la realidad fue muy distinta: amenazas verbales, presencia de armas blancas y bloqueo a los emprendedores que sí contaban con el permiso correspondiente para instalarse en el Paseo Arauco 2.
¿Qué ocurrirá el próximo año? La enseñanza que queda es la necesidad de un control real, con cierres de calles anticipados y el resguardo de todo el Paseo Arauco para que quienes realmente necesitan vender sus productos puedan hacerlo sin exponerse a peligros ni a la prepotencia de quienes ven en esta fiesta una oportunidad para tomarse las calles de cualquier ciudad, transformándolas en un triste espectáculo al que no estamos acostumbrados.
Catherine Molina
Emprendedora