El ejército de Israel reconoció que mató a tres rehenes secuestrados en Gaza tras identificarlos “por error como una amenaza”. El incidente fue condenado por la comunidad internacional y generó una ola de indignación en la región.
Los cuerpos han sido devueltos a Israel, y dos de las víctimas fueron identificadas como Yotam Haim, secuestrado en el kibutz Kfar Aza, y Samer Talalka, secuestrado en el kibutz Nir Am, informó informó el vocero militar israelí Daniel Hagari.
El ejército israelí expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y prometió llevar a cabo una investigación exhaustiva para determinar las circunstancias del incidente. El primer ministro israelí, Naftali Bennett, declaró que el incidente es “una tragedia” y prometió que se tomarán medidas para evitar que vuelva a ocurrir.
El Consejo de Seguridad de la ONU emitió un comunicado en el que expresa su preocupación por el incidente y pide a las partes involucradas que se abstengan de tomar medidas que puedan exacerbar la situación.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, calificó el incidente como un “crimen de guerra” y pidió una investigación independiente.
El incidente puso de relieve la tensión en la región y generó un debate sobre la necesidad de encontrar una solución pacífica al conflicto. La comunidad internacional instó a ambas partes a retomar las negociaciones y a trabajar juntas para lograr una solución duradera.