Señor Director:
Se acercan las fiestas de fines de año y ya se puede ver en el comercio cómo se comienza a respirar un aire navideño. Si bien para muchas
personas son instancias de alegría y de encuentro con sus más cercanos, también pueden ser momentos dolorosos para quienes han
perdido un ser querido. Los duelos son procesos normales por los cuales todos los seres humanos atravesamos, sin embargo, su duración
e intensidad dependerán de muchos factores, como, por ejemplo, las causas de muerte, si era esperable o no, la edad del fallecido, y así
otras más.
En general un duelo normal puede durar un año. Además, comprende distintas etapas, siendo la última, la integración y aceptación de
la pérdida para continuar la vida. No obstante, si la intensidad es muy limitante o se extiende por un período muy prolongado, es bueno
consultar a algún especialista. Dentro de lo que se ha estudiado, se sabe que es bueno conversar con otros y expresar lo que se siente, junto
con la posibilidad de establecer rituales familiares. Es importante, además, vivir los duelos en su momento y no negar la pérdida, ya que
el no hacerlo puede generar un duelo complicado o incluso síntomas depresivos. También es importante comprender que las personas
pueden tener formas diferentes de procesar los duelos, por lo que es necesario acompañar respetando las diferencias individuales.
La invitación es que acompañemos en estas fiestas también a quienes están viviendo una pérdida importante, para que sean celebra-
ciones donde nadie se sienta excluido
Margarita Morandé Dattwyler
Académica de VcM de Psicología USS