Señor Director:
Urge la necesidad de que el gobierno entregue medidas económicas, que apoyen a los sectores más desprotegidos y afectados por esta crisis sanitaria que ha derivado en una crisis económica. Han sido varias las medidas económicas establecidas: ley de protección al empleo, inyección de liquidez a través de la banca, y el apoyo a los ingresos familiares materializado a través del IFE en sus dos versiones.
Sin embargo, las últimas medidas han sido cuestionadas por la población, ya que la opción de endeudarse no ha cumplido las expectativas de muchos sectores. Y es que salvo la ampliación del programa de subsidio de arriendo para la clase media, las otras tres iniciativas se basan en endeudamiento: crédito blando COVID19, postergación del pago de los dividendos hipotecarios y ampliación del acceso al CAE para la educación superior.
Hay que reconocer que la propuesta del crédito COVID19 a tasa real igual a cero, puede ser una buena alternativa para las familias que actualmente están sin liquidez, porque representa un financiamiento sin costo, sólo reajustable por IPC. Pero sigue siendo deuda.
Y es que la clase media ya no quiere más deuda: se endeuda para pagar la educación de sus hijos, se endeuda para comprar su vivienda, se endeuda para tener un vehículo. Y en tiempos de crisis, se siente nuevamente desprotegida y sus expectativas de recibir otro tipo de ayuda se diluyen, pues esperaba algún tipo de transferencia que le apoye en este periodo, algún bono o quizás un subsidio, por ejemplo, a los servicios básicos, y con ello dejar de endeudarse o verse en la obligación de usar sus propios ahorros previsionales (si es que finalmente se aprueba el proyecto) para contar con recursos financieros frescos. He ahí su dolor.
Karin Bravo Fray Directora de Postgrados y Desarrollo Profesional USS