Señor Director:
El reciente triunfo de Jeannette Jara siembra dudas sobre la capacidad del progresismo para enfrentar con éxito a las candidaturas de la derecha en noviembre. ¿Qué debería hacer la candidata única del oficialismo? Es difícil ofrecer un recetario, pero el contexto entrega ciertas pautas.
En primer lugar, debería plantear un gobierno transversal de coalición. Esto no solo por el temor o rechazo que pueda suscitar la militancia de la exministra, sino por un motivo aritmético: hoy, la opción progresista es minoritaria y necesita convocar más allá de sus propias fronteras ideológicas.
En segundo lugar, la candidata debe evitar la trampa de la “cubanización” o “venezolización” de su campaña. Para ello, no basta con invocar el apego histórico del PC a nuestra institucionalidad democrática. El verdadero desafío es mostrar que el proyecto de las izquierdas chilenas es crítico y no es ni calco ni copia de otros procesos.
Por último, el programa de gobierno debe ser pragmático y centrarse en las urgencias ciudadanas. En este punto, Jara cuenta con dos ventajas: una cercanía horizontal genuina que puede servir de puente con esas necesidades, y experiencia ministerial concreta en políticas públicas de interés popular.
En síntesis, una propuesta plural, crítica y pragmática podría convertirse en una renovada luz de esperanza para una golpeada coalición de gobierno, que tal vez aún tenga margen para competir en una carrera que muchos creen ya definida.
Álvaro Muñoz Ferrer
Doctor en Filosofía
