Señor Director:
En Chile, la inestabilidad laboral y los procesos de ajuste en las relaciones industriales post pandemia se han dilatado más de lo esperado, incluso comparándonos con otros países latinoamericanos de similar crecimiento, lo que ha provocado durante el 2023 un aumento gradual de la tasa de presión laboral. Esta no solo implica a los desocupados que están buscando cada vez con más fuerza un trabajo, sino también a los ocupados actuales que están buscando otro empleo, dada las condiciones precarias del mercado del trabajo: inestabilidad, salarios, subutilización y sobre calificación.
Los empleos asalariados de buena calidad perdidos en la pandemia no han podido ser recuperados, solo compensados, en parte, por empleo precario asociado principalmente a la informalidad. La explicación a todo esto no parece ser tan compleja; por un lado, se evidencia un sector privado totalmente estancado y sin estímulos a la inversión y, por otro, un sector público entrampado en reformas estructurales e indolente de las condiciones económicas actuales. Una receta perfecta para profundizar el debilitamiento del mercado del trabajo en Chile.
Guillermo Riquelme
Académico UA