Señor Director:
El Comité Plan Bicentenario de Chillán, que acompaña al Alcalde de Chillán, Camilo Benavente Jiménez, discurre actualmente sobre el sueño de ciudad que queremos a propósito de dos hitos históricos por venir.
Uno, el Bicentenario del Chillán Nuevo (1835-2035), que conmemora el cuarto traslado a raíz del terremoto de 20 de febrero de 1835. El otro hito es el Centenarios de la hecatombe del 24 de enero de 1939. Ambos hechos conforman una aciaga historia de infaustas catástrofes que desplomaron la ciudad; pero al mismo tiempo lo fueron de esperanzas en el promisorio futuro urbano de Chillán.
La idea de un alcalde visionario como Camilo Benavente, es transformar la Ciudad Histórica sin perder la personalidad urbana que la distingue en el concierto nacional y que genera “ ataduras místicas en nuestro propio realismo mágico. Mirar el futuro sin perder nuestra alma vernacular. Como componente del sueño de Chillán, está la conservación en un entorno protegido, la materialidad arquitectónica erigida en estrecha conjunción con los azotes naturales. Tales símbolos icónicos otorgan la identidad urbana: Catedral, Mercado, Escuela México, Edificio Copelec, Liceo Narciso Tondreau y Marta Brunet, Casa Etchever, Biblioteca Volodia Teitelboim, Escuela de Cultura Artística Claudio Arrau León, Cuerpo de Bomberos, casas parimoniales estilo Bauhaus, etc. Son patrimonio de nuestra historia urbana identitaria. Creo que llegó el momento de aprender de la milenaria cultura china, aprender a caminar con los dos pies: el pasado y el futuro, fascinando con nuestras ataduras místicas identitarias.
Marco Aurelio R.
Historiador