El joven y entusiasta instructor de boxeo del Club Olimpo de Chillán y uno de los grandes impulsores de las veladas boxeriles de los últimos años en la Asociación de Boxeo de Chillán, Francisco “Pancho” Corvalán, reconoce que, en medio del alarmante avance de la pandemia del covid-19, el deporte de los puños, por tratarse de una disciplina de alto contacto físico, tendrá que seguir congelada.
Es más, con un grado de resignación, Corvalán asume que la etapa competitiva en la capital de Ñuble y el país, retornará solo cuando se descubra una vacuna que frene el virus en el organismo humano.
“Yo creo que después que se descubra una vacuna será la única forma de que vuelvan las veladas boxeriles porque se corre mucho riesgo de contagio, es un deporte de alto contacto y mientras no salga una vacuna, creo que no se debería volver. No sé cuánto tomará en crearse la vacuna. Eso es lo más probable, porque sería irresponsable y riesgoso activar las competencias ya que uno aparte de sudar, puede expulsar saliva, respirar cerca del rival”, reflexiona.
Corvalán asegura que sus pupilos Jarol y Marcelo Verdejo siguen entrenando en sus casas con sus implementos para mantenerse en forma. Suben sus historias a redes sociales, siguiendo algunas pautas y se mantienen activos.
“Es un deporte de contacto se necesita trabajar con un compañero, pero al menos para entrenar se trata de suplir eso, pegándole al asco, saltando la cuerda, todos están entrenando en casa, la gran mayoría, utilizando lo que tiene en casa con lo que tien”, detalla.
El golpe personal
A Francisco Corvalán la pandemia igual lo ha golpeado fuerte en lo económico, pero aún no lo ha mandado a la lona.
Cuenta que en vísperas de la cuarentena total, firmó un contrato de prestación de servicios con la Oficina de Eventos Recreativos, para desarrollar clases gratuitas de boxeo en el estadio Nelson Oyarzún, pero la paralización de las actividades, congeló esa planificación. Revela que el municipio le ha seguido cancelando sus honorarios, a pesar que el taller no se pudo implementar ni siquiera por aplicaciones digitales.
“Lo bueno es que me han seguido pagando esos recursos, pero el contrato es solo por tres meses, con eso me he salvado, he podido estar un poco estable y me ha ayudado a sobrevivir por ahora, pero después no sé qué voy a hacer. Me voy a tener que buscar un trabajo porque voy a quedar cesante”, declara, preocupado.
El instructor postula su teoría sobre porqué comenzaron a dispararse las cifras de contagios en la Región de Ñuble.“Cuando levantaron la cuarentena, la gente comenzó a salir a las calles, empezó a visitarse, porque estaba aburrida. Ha existido mucha irresponsabilidad de la gente. No sé si será lo más adecuado que vuelva la cuarentena total y el cordón sanitario, quizás las autoridades del país esperan que se contagie la mayor cantidad de gente para generar inmunidad”, sentencia.
