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Una vez que se hizo público el que la Contraloría General de la República haya aprobado el Prich, y antes que se anuncie en el Diario Oficial, “ya se han acercado muchas personas y representantes de inmobiliarias a preguntar, por los terrenos y otros detalles al respecto”, comentó el director de la división de Proyección y Desarrollo, de la Gobernación Regional, Claudio Martínez.
La presión por apurar este proyecto se viene arrastrando desde hace casi siete años, ya que para el gobernador regional, Óscar Crisóstomo, como para los respectivos jefes comunales, Camilo Benavente (Chillán) y Jorge del Pozo (Chillán Viejo) la tardanza era vista como el gran obstáculo para la proliferación de una diversidad de proyectos urbano llamados no sólo a mejorar la calidad de vida de sus habitantes, sino a crear la infraestructura necesaria para hacer de la intercomuna, una zona atractiva para inversionistas y empresarios de otros puntos del país.
Sin embargo, “creo que se debe hacer una crítica constructiva, y es que no puede ser que se haya demorado tanto este proceso, ya que las realidades de las ciudades son dinámicas y van cambiando constantemente, entonces, si pasa tanto tiempo entre que se presenta la propuesta y la fecha en que se aprueba, ya la vigencia de este Prich es mucho más corta de lo necesario”, apunta el alcalde Benavente, quien ya desde un lado más positivo, agrega que “al menos hoy, ya tenemos las certezas normativas necesarias para empezar a realizar una planificación total de la ciudad”.
Por otra parte, el jefe comunal chillanejo, dice esperar que haya mucha colaboración público-privada para hacer crecer a la ciudad sobre bases sólidas, ya que “toda esa expansión territorial, requiere de sistemas de alcantarillado, de luminarias, redes de energía, de pavimentación y una serie de necesidades de conectividad que para ningún municipio del país es posible financiar. Por eso, si se puede trabajar en conjunto con el Serviu, el Mop y las empresas constructoras o las inmobiliarias, se podrá crecer de la manera esperada”.
Otro de los puntos favorables que destaca Benavente, en la nueva distribución territorial urbana, es creación de una franja de suelo aledaña a la salida norte por la avenida O’Higgins, que será de uso exclusivo para actividades industriales, “con lo que esperamos que se pueda fortalecer el parque industrial de la comuna, en ese sector”.
Este punto es, además, clave para los intereses del Gobierno Regional, en orden de poder fortalecer el concepto de “área metropolitana” al que se pretende postular a la Región de Ñuble. Esta área metropolitana, que exige de la conurbación de diversas comunas, postulándose en consecuencia a Chillán Viejo, Chillán y San Nicolás, podría encontrar en esta franja de zona urbano-industrial, el hilo conductor necesario para consolidar ese nuevo concepto, que le significaría mayores recursos y de manera prioritaria a la región.
Planificación conjunta
El alcalde de Chillán Viejo, Jorge del Pozo en tanto, sólo tuvo palabras de optimismo ante este anuncio.
“Lo esperábamos con muchas ansias”, comentó.
Para Del Pozo, lo principal es que “por fin tendremos reglas claras que poder presentarle al empresariado, para las inmobiliarias y nos permitirá tener las posibilidades concretas de poder trabajar porque nuestra intercomuna tenga un nuevo impulso económico muy relevante. Hace mucho tiempo que se han presentado varias empresas interesadas en que esto saliera adelante para poder invertir en el parque industrial que se encuentra en el sector sur de nuestra comuna, desde donde se encuentra el puente Las Lajuelas, hacia el norte”, detalló.
Este parque industrial supone cerca de 150 hectáreas “y si es necesario realizar alguna seccional, no nos queda más que ponernos manos a la obra para invitar a los inversionistas y, también, poder proyectar nuevos conjuntos habitacionales en sectores distintos a los de siempre, así que hoy tenemos que trabajar con nuestros asesores urbanísticos, para ver los alcances de esta nueva regulación y de lleno comenzar a promover nuestra comuna como el principal polo de desarrollo de la región de Ñuble”.
Paralelamente, ambos alcaldes comentaron respecto a la posibilidad de proyectar trabajos conjuntos en los límites comunales, como una opción concreta, puntualmente, respecto a la idea que se ha barajado desde ya hace unos años, de construir un gran parque intercomunal.
“Hay un sector que nos permite pensar en esa idea, y que es uno que se encuentra en el sector de Quilmo, cerca en donde se encontraba la planta Rabié. Sabemos que aún estamos al debe como intercomuna en cuanto a la cantidad de metros cuadrados de verde-urbano, por persona y sin duda que esto sería un tremendo hito y un real aporte para las personas que viven, por ambas comunas, en ese sector”, apuntó el alcalde Benavente.
Del Pozo, en tanto, complementa que “con Camilo siempre hemos dialogado de manera fluida y hemos estado trabajando de manera conjunta en temas turísticos, pensar en celebraciones conjuntas de los aniversarios, por lo que sería muy productivo si los equipo de Planificación de ambas municipalidades se logran juntar para ver cómo afrontar este nuevo escenario, porque no olvidemos que hasta entonces, siempre hubo cierta confusión respecto a los límites comunales en algunos predios rurales, pero sin duda que un parque que nos una, es algo por lo que vale la pena trabajar”.
La visión de los constructores
El presidente regional de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Ricardo Salman, en diferentes oportunidades se había mostrado crítico respecto a lo atrasado que estaba del Prich.
Por cerca de cinco años, lo único que se informaba al respecto es que había sufrido una nueva dilatación por parte de Contraloría, debido a nuevas observaciones a ser subsanadas por el GORE y el Minvu.
Desde la CChC regional buscaron, entonces, sumarse a la reunión sugerida por parte de Contraloría, al Gobierno Regional y otras entidades, para poder trabajar en conjunto y solventar los nuevos requerimientos que fueron enviados desde Santiago.
El presidente regional expuso que lo que se buscaba era despejar, toda duda para dar lugar a algunos proyectos que están a la espera de que el Prich sea aprobado, es fundamental para ello.
Salman dijo que esta aprobación permitirá materializar distintos proyectos que están a la espera, los cuales son de distinta índole, tanto habitacional como industrial.
Jorge Figueroa, presidente del área social de la CChC de Chillán, agregó que mientras este plan intercomunal no avanzaba, tampoco podían hacerlo los planes reguladores de cada comuna (Chillán y Chillán Viejo).
El Prich ya se había aprobado por parte del Gobierno Regional (GORE) y fue enviado durante 2021 para su revisión.
Ya en julio de 2022, contraloría devolvió este plan con observaciones, las cuales fueron corregidas en diciembre y el documento enviado. Pero nuevamente, en febrero de este año, desde la entidad contralora enviaron nuevos requerimientos que deben ser subsanados.
La aprobación del Prich condiciona también al plan regulador de Chillán, que busca nuevas normativas enfocadas principalmente en los requerimientos de altura de las edificaciones futuras y también de densidad.
Desde la CChC también comentaron acerca de estas ordenanzas. ”Queremos ir disminuyendo los edificios en altura y las densidades, lo que genera también un problema para el desarrollo, contrario a lo que hoy día se busca”, anticipó Selman.
En ese sentido la tendencia es que “tengamos mayor densificación en las ciudades y que ojalá estén próximas a la avenida, porque sabemos todo lo que cuesta el tiempo y recursos que significa la aprobación de estos grandes proyectos de inversión y que en los últimos años poco de ello hemos visto. Cuando vemos los tacos en las horas peak, nos damos cuenta del gran problema de congestión que existe en Chillán”, añadió.
Lo que trae, respecto a materias de edificación, este nuevo plan regulador es disminuir las construcciones en altura y la densidad. “Hemos avanzado durante los últimos años como ciudad, pero nos queda bastante aun”, observó el presidente de la Cámara Chile de la Construcción.
Finalmente, Claudio Martínez, arquitecto y jefe de la División de Proyección del Gore, dijo que “acá sin duda, lo más importante es que se establece claridad respecto a las densidades, edificaciones en altura y se establece una planificación que va totalmente acorde con la forma en que se ha ido desarrollando la intercomuna, y además, esta zonificación se proyecta hacia límites como un río, que es el río Cato o el Chillán, lo que entrega muchas posibilidades, en especial, para las inmobiliarias, en orden de desarrollar sus proyectos habitacionales en esos sectores”.
El estudio del Prich comenzó en 2017 y se aprobó tras múltiples traspiés en la Contraloría General de la República, el 20 de enero de 2024
Para esta semana se espera la publicación en el Diario Oficial, de la entrada en vigencia del Plan Regulador Intercomunal Chillán- Chillán Viejo (Prich), herramienta legal que ampliará el radio urbano en casi 3.500 hectáreas más de las que actualmente se cuentan en el área que abarcan ambas ciudades. Esto a más de seis años de iniciados los estudios e interminables capítulos de rechazos por parte de la Contraloría.
Fue durante el segundo semestre del año 2017 que comenzó el estudio que asomaba como urgente, para poder darle un uso más adecuado al suelo urbano, considerando las necesidades actuales y emergentes de una intercomuna que al día de hoy presenta realidades sociales y demográficas muy diferentes a las que se observaban el 2007, año en que se modificó por última vez el Plan Regulador Comunal, que no es sino el principal instrumento de planificación territorial con que cuentan las comunas urbanas del país.
La actualización del PRICH con fecha de toma de razón el 20 de enero del 2024, resulta relevante en el marco de la creación de la nueva región del Ñuble. Los efectos sobre la intercomuna de Chillán y Chillán Viejo, tiene un valor estratégico pues ambas comunas ubicadas en el centro de la región y donde además se ubica la capital regional.
Se habilitarán zonas especiales para la expansión habitacional y se crearán polígonos de crecimiento industrial, permitiendo una mejor red vial, sanitaria, eléctrica y de transportes.
El Prich define cuáles son las áreas de extensión urbana, por lo que ambas comunas, en adelante tendrán una guía y referencia más clara para desarrollar sus planes reguladores a futuro.
Hasta hoy, el suelo urbano de la intercomuna abarca un total de 7.674 hectáreas, y con la aprobación del Prich, se extenderá a un total de 11.167, es decir, agrega 3.493 hectáreas de zonas de extensión. Además, reconoce y regula la ocupación actual de la industria sobre el suelo rural, con la conformación de 1.123 hectáreas más, en las que se permitirá la creación de polígonos industriales que puedan conformar territorios urbanizados con una adecuada estructura urbana interna.
Todas estas extensiones deben ser incorporadas a los planos reguladores de Chillán y Chillán Viejo, los que deben ser actualizados a partir de este nuevo instrumento, el que también reconoce espacios especiales para creación de la infraestructura sanitaria y energética existente en el territorio, además de la infraestructura de transporte de mayor tamaño, calificándolas como de impacto intercomunal.
El instrumento define los criterios para la consideración de áreas verdes y parques de escala intercomunal, a través de su consolidación como sistema intercomunal de áreas verdes y parques en bordes de cauces.
Límite oriente de Chillán se extiende hasta el río Cato permitiendo expansión habitacional y eventual desarrollo inmobiliario en el sector
El límite de extensión urbana, en lo que respecta a la comuna de Chillán, se extenderá hacia el oriente por el borde sur del Río Cato, en los que se permitirá fundamentalmente edificaciones de orden habitacional, con una subidvisión mínima de 2.500 metros cuadrados y con tres zonas que podrán albergar edificios de cuatro y tres pisos, y otras con un máximo aceptado de dos pisos, por lo que es fácil avizorar la creación de un nuevo barrio urbano, al norte de la capital regional y con una muy alta plusvalía.
También se generan zonas de extensión urbana en los sectores donde se emplazan el aeródromo en Chillán y otros establecimientos existentes en el límite con la comuna de Coihueco. Respecto a las áreas urbanas ya existentes, el Plan determina densidades máximas” para los polígonos conformados por los dameros fundacionales de las que se deberán aplicar para el próximo PRC.
La vialidad estructurante toma por base al Prich 2007, complementándola con anillos de circunvalación, vías principales o radiales vías secundarias o alimentadoras, y en el área rural, se extienden los radios y se propone un anillo de circunvalación, para integrar las distintas localidades entre sí, generando nuevas alternativas de desplazamientos, para evitar que todos ellos converjan en la ciudad de Chillán.
Chillán Viejo se amplía hasta el Río Chillán, por el sector sur, se crean zonas para el desarrollo industrial y un área verde al rededor del relleno sanitario, lo que evitará su expansión
En el sector sur de la comuna de Chillán Viejo, el límite urbano que se presenta con este nuevo Prich, se prolonga hasta el río Chillán.
El límite de extensión urbana sigue por el borde sur del Río Chillán generando un nuevo territorio urbano que une el área urbana central de Chillán-Chillán Viejo con la de Nebuco-Quillay, principalmente a través de áreas verdes y áreas de actividad productiva de impacto intercomunal.
Esta nuevo sector de suelo urbano-productivo limita con las áreas urbanas ya existentes de localidades como Nebuco y Rucapequén, que es donde, precisamente, se busca consolidar un futuro parque industrial y conseguir que diversas empresas del país consideren instalar sus plantas en la zona, que ya contará con este espacio cercano a las autopistas del Itata y a la Ruta 5 Sur.
Otro de los factores situacionales de relevancia que el Prich consideró dentro de su estudio para mejorar la calidad de vida de los vecinos de Chillán Viejo, fue el alto índice de contaminación por malos olores (motivados por diversas y variadas fuentes de producción orgánica), por lo que se generó un entorno de uso exclusivo para parques y áreas verdes, en torno a la planta de tratamientos residuales existente en el sector Las Cruces, por lo que la planta no se podrá expandir.