Señor Director:
El acuerdo alcanzado por la Municipalidad de Chillán y el Ministerio de Educación para lograr el alzamiento del Grupo Escolar, y con ello, la proyección de dos importantes obras de salud (centro oncológico y Teletón), demuestra que las distinciones políticas pueden quedar en segundo plano cuando se requiere avanzar con prontitud.
Este ejercicio de voluntades será fundamental para evitar los conflictos de competencias entre el delegado presidencial y el gobernador regional, o para destrabar proyectos largamente anhelados por la comunidad de Ñuble. Basta citar el ejemplo de la “ruta de la muerte” que une Chillán con Yungay, que hoy destaca más por su burocracia que por los resultados esperados.
No puede ser que después de varios años en que el ex ministro Blumel se comprometió con un Estado moderno, sigamos avalando procesos interminables para un APR o un Comité de Vivienda, dejando en el más absoluto abandono a miles familias que merecen vivir dignamente.
Mario Landa Guíñez