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Señor Director:
Nos acercamos a los casi 40ºC en la zona centro-sur del país, momento en que la naturaleza nuevamente nos recuerda que hay un elemento trascendente que nos salva: el agua. Este insumo nos ayuda en acciones tan básicas como lavarnos las manos, pasando por la necesaria hidratación y a refrescarnos a través de una simple pileta.
Pero detrás del acceso seguro al agua en Chile, hay sucesivas decisiones que permitieron tener la actual cobertura y tratamiento. Esto se debe a que hace 25 años se profundizó la alianza entre el Estado y los privados, para impulsar una política de participación de las empresas sanitarias en la gestión del agua.
Hoy, los nuevos retos giran en torno a la infraestructura para seguir contando con suministro, ante la sequía dada el cambio climático. Así, las desaladoras surgen como opción importante como también los embalses de acuerdo al tamaño de las cuencas, entre otras medidas. La ausencia de agua nos desafía y los acuerdos son necesarios para concretar obras vitales para el país.
Uwe Rohwedder, Director Arquitectura U. Central. Miembro del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI).