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El 80% de los incendios forestales en Ñuble son por negligencia

Archivo La Discusión

La temporada de incendios forestales 2023-2024 en Ñuble no ha registrado siniestros de gran magnitud como los que se vivieron en el periodo 2022-2023, con un alto poder de daño y afectación, y donde la rápida propagación y alta disponibilidad de material combustible hizo que los incendios arrasaran con todo a su paso: viviendas, galpones, animales, cultivos, bosques, maquinarias, postas y miles de hectáreas.

De acuerdo a la Corporación Nacional Forestal (Conaf), existe una disminución notable en el número de incendios en la región, un 54% menos. Hasta la tarde del viernes 19 de enero se contabilizaban 142 incendios forestales, y en la misma fecha del periodo anterior ya habían ocurrido 305 incendios. En cuanto a la superficie afectada, van 310 hectáreas quemadas, mientras que en la temporada anterior a esta fecha había 916 hectáreas consumidas por el fuego.

“Solo si comparamos los datos numéricos de los incendios de la temporada pasada y esta, en cantidad de incendios y afectación, esta temporada 2023-2024 sin duda es positiva, teniendo una reducción del 54% en cantidad de incendios y un 66% en superficie afectada. Pero estos números no nos dejan tranquilos, aún seguimos teniendo incendios, los cuales ya van 142 en lo que va del presente año”, explicó el director regional de Conaf, Juan Salvador Ramírez.

La estrategia del “golpe único” ha sido importante para contener los incendios y evitar su propagación. Esta táctica consiste en controlar rápidamente un incendio, enviando al lugar del siniestro importantes recursos aéreos y terrestres, a fin de contenerlo desde un inicio y así evitar que un foco, por muy pequeño que sea, se convierta en un gran incendio.

“Hasta el momento no ha existido gran cantidad de incendios simultáneos lo que nos ha permitido enfrentar cada emergencia con la estrategia de ‘golpe único’, conteniendo los incendios en su mayoría antes de las 10 hectáreas. La coordinación pública- privada ha funcionado de forma fluida, lo que ha permitido responder a las emergencias de forma eficiente”, dijo.

Causalidad

Existen cuatro grupos de causas de incendios forestales: incendios accidentales, intencionales, naturales y causa desconocida. En la temporada anterior, de los 599 incendios forestales registrados, 342 ocurrieron de manera accidental, es decir, por negligencia. La mayoría fue provocada por faenas agrícolas y pecuarias (86 incendios), quema de desechos (51), tránsito de personas, vehículos o aeronaves (50), faenas forestales (44), accidentes eléctricos (35), entre otras causas.

En tanto, los incendios ocasionados de manera intencional fueron 162. De ellos, 47 fueron producto de vandalismo, 98 por otros intencionales no clasificados, 6 por pirómanos, entre otros motivos. Los incendios por causa desconocida fueron 95 y por causa natural no se registró ninguno.

Según Conaf, en esta temporada el 100% de los incendios en la Región de Ñuble tienen su causa en el factor humano, ya sean negligentes (accidentales) o intencionales.

“Hay un dato muy relevante y es que hemos investigado 99 incendios de los 142 vigentes y hay un 80% prácticamente que corresponde a actos de negligencia, pero se desconoce la causa”, expuso Ramírez.

La negligencia puede ser por uso de herramientas y maquinarias del mundo agrícola y la construcción, al generar fuentes de calor sin medidas de precaución. “Algunas de las herramientas presentes en el origen de incendios se encuentran galleteras, cortadoras de pasto con estrella, soldadoras, tractores, máquinas cosechadoras, que rozan con piedras y generan chispa que provoca un incendio. Estas situaciones se presentan mayormente en faenas agrícolas y parcelaciones. En las parcelaciones, además del uso de herramientas que generan chispa en la construcción de viviendas y portones, se debe sumar el uso del fuego de forma irresponsable al quemar basura y desechos de la construcción con altas temperaturas y vientos, lo que se transforma en una irresponsabilidad total”, destacó el director regional de Conaf.

La posibilidad de determinar el origen de un incendio no es superior a cuatro días, ya que transcurrido este tiempo la zona de origen ha sido alterada por factores externos.

“Para este año nos planteamos como meta alcanzar los 265 incendios investigados y por eso hemos aumentado nuestra Unidad de Análisis y Diagnóstico de Incendios, la cual tiene como objetivo saber la causa, y así direccionar nuestras políticas de prevención. Quienes investigan con un fin legal o penal, son las policías a solicitud del Ministerio Público y este año hemos reforzado el trabajo colaborativo con Fiscalía, PDI y Carabineros manteniendo capacitaciones constantes entre funcionarios”, agregó.

Tipología y tendencia de incendios

En Ñuble predominan los Incendios Forestales de Vegetación Natural, los que se desarrollan afectando la vegetación natural representada por un bosque adulto, renovales, matorrales y también desechos de cosecha forestal de especies nativas, además en su paso se puede propagar por suelos agrícolas y pastizales.

“Ejemplo de ello es lo que ocurre en la zona precordillerana de Ñuble, mucha superficie agrícola, trigo, avena y otros, lo que repercute en pérdida de fuentes laborales, alimentos disponibles en el mercado y el valor de los mismos, pérdida de flora y fauna nativa como endémica, villorrios de personas que colindan con los predios, se podría considerar como los efectos cuantificables de los incendios. Pero no debemos dejar de lado la afectación psicológica que viven las personas que sufren las consecuencias de un incendio”, señaló.

“En el valle del Itata, si bien la afectación a personas es la misma teniendo las consecuencias sociales, económicas y ambientales descritas anteriormente. La predominancia de incendios comienza en pastizales propagándose posteriormente a bosques y predios forestales. Esta predominancia no significa que no se produzcan incendios de otras características en nuestra región”, añadió Ramírez.

En el periodo 2022-2023 gran parte de los incendios se concentraron en los clasificados como Incendios Forestales de Vegetación Natural (274), seguido por los Incendios Forestales de Interfaz Urbano Forestal (173), éste último son los que representan mayor connotación social en la población debido a que se encuentran aledaños a los centros poblados. También se reportaron siniestros del tipo Cordillerano (70) y Plantaciones (35).

En relación a la tendencia de los incendios, el director regional de Conaf explicó que predominan los incendios negligentes “que comienzan en terrenos rurales de pastizales, matorrales, por acción humana, los cuales se propagan a bosques, predios forestales, viviendas y terrenos agrícolas. También hemos tenido incendios en zonas de interfaz, los cuales presentan el mayor peligro, ya que existen pequeños villorrios y viviendas”.

Para este año las condiciones que pueden aumentar la peligrosidad de los incendios son la sequía, temperaturas máximas sobre lo normal, mayor disponibilidad de combustible vivo con mayor nivel de estrés hídrico, vegetación fina y muerta disponible para ignición en la zona centro-sur en verano, mayor carga de biomasa y continuidad por efecto escalera.

Mientras que en la temporada anterior predominaron los incendios simultáneos, con mayor ocurrencia de incendios forestales de magnitud, hubo mayor disponibilidad de combustible vivo, altas temperaturas y aumento de los incendios en zonas de interfaz.

Prevención

Si bien existe un menor número de incendios en la región, Ramírez reiteró el llamado a la prevención, y alertó que tan solo entre el pasado miércoles, jueves y viernes se produjeron 13 incendios en el territorio. “Hay que reforzar el llamado de prevención en la ciudadanía. Estamos más bajos, pero sigue habiendo incendios, en tres días, 13 incendios, eso no puede ser posible”, cuestionó.

Agregó que “hemos notado el interés de comunidades por aprender a reducir riesgos en caso de enfrentar un incendio. Ahora ¿todas las personas que se encuentran en zonas de peligro han mostrado mayor compromiso? Esa pregunta es imposible de contestar. Lo que sí puedo asegurar es que no nos cansaremos de seguir recorriendo Ñuble y entregar el mensaje preventivo, porque estamos convencidos que enseñando y preparando a nuestros vecinos podemos proteger nuestra región”.

Advirtió que “el aumento de parcelaciones en nuestros campos ha traído la llegada de nuevos vecinos que provienen de zonas urbanas que no conocen completamente la vida de nuestro campo, y eso nos trae una doble tarea, a la cual no le hacemos el quite, si no que la enfrentamos con trabajo que no hacemos solos, sino que nos ayudan instituciones como Senapred, Carabineros, Bomberos, Corma y las 21 municipalidades de Ñuble”.

El director regional de Conaf destacó que los vecinos juegan un rol importante en la prevención de incendios, teniendo sus predios limpios, viviendas libres de pasto y matorrales, y de esta manera se pueden contener los incendios de forma más rápida y así reducir los daños.

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