A principios del Siglo XX comenzó la arborización de las principales plazas de Chillán. Por eso, algunas especies que hoy adornan y dan sombra a estos espacios públicos, incluso pueden ser centenarios, y como toda especie con el paso de los años pueden ser objeto de enfermedades que dañen su estructura.
Y en ocasiones puede desplomarse. Así ocurrió hace dos años con la caída de un árbol en la Plaza de Armas, que terminó con la vida de un joven. Por esta razón el municipio puso en marcha el “Plan de Intervención en Arbolado Urbano de Chillán”, para evitar tragedias derivadas de la nula mantención de la masa vegetal existente en las áreas verdes de la comuna.
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El estudio incorpora dos características principales: primero, es asignar a más de 500 árboles de las cuatro plazas principales del centro de la comuna un código QR con su información fitosanitaria. Y, segundo, se realizó un catastro y diagnóstico a 780 de estas especies arbóreas en las mismas explanadas, sumándose la Avenida Collín.
Para esta labor, fue contratada la empresa Sercotal, con más de 40 años de experiencia en el manejo de arbolado urbano, quienes iniciaron el censo a fines de septiembre de 2021 y a la fecha entregaron resultados preliminares de su evaluación.
“La selección de esta empresa ha sido un verdadero acierto. Nos permite tener un catastro de la cantidad y calidad de árboles en nuestras plazas y además saber en qué estado se encuentran a nivel reticular, su fuste y condiciones sanitarias, lo que nos permite evitar situaciones críticas, en base a estudios científicos de empresas avaladas y probadas que facilitan trabajar con mayor certeza en el arbolado urbano de nuestra ciudad”, afirmó el alcalde de Chillán, Camilo Benavente.
El análisis preliminar concluyó y se anticipó a la Dirección de Medio Ambiente, Aseo y Ornato un informe con las especies que deben ser eliminadas y sustituidas. Si bien los datos recogidos son iniciales, se identificaron árboles en mal estado sanitario y se han adoptado medidas para solucionarlo.
Especies en mal estado
Los primeros resultados entregados por la empresa detectaron 22 árboles que se encuentran en mal estado. Estos, en su mayoría están ubicados en la Avenida Collín y corresponden a siete castaños de la India y tres fresnos.
Además hay especies con mala evaluación en las plazas céntricas: Plaza Victoria con un acer neptuno, un tilo y un pimiento; Plaza San Francisco con dos acer neptuno y un ligustro; y la Plaza Héroes de Iquique (Santo Domingo) con tres ciruelos en flor.
Por último, está la Plaza de Armas, donde se encontraron dos acacias de Japón en malas condiciones.
Con esta información entregada por el estudio técnico y profesional desarrollado por Sercotal, desde el municipio el Departamento de Aseo y Ornato corroboró en terreno la situación de los árboles individualizados y se decidió la eliminación y poda, con el propósito de resguardar la integridad de los habitantes que a diario disfrutan y frecuentan esas áreas verdes.
Asimismo, recalcaron que siempre es necesario manejar este tipo de información y conocer la metodología recomendada para cada especie. Por esto, se comenzará, durante el año 2022, un proceso de restitución con árboles nativos chilenos, porque la dirección se encuentra comprometida con el medio ambiente y las especies arbóreas autóctonas.
Posibles estrategias
Son tres las principales afectaciones que puede tener una especie arbórea: plagas, estructurales y un manejo inadecuado. El ingeniero agrónomo y gerente de la empresa Sercotal, Felipe Galfano, explicó: “nosotros lo evaluamos de tres formas: bueno, regular y malo, y este último, es el total de las sumas de evaluaciones. Por ejemplo, puede estar malo, porque tiene plagas o una pudrición basal. Entonces, ahí nosotros evaluamos y la municipalidad comparó su visión con la nuestra, y decidieron que estaban realmente malos esos 22 árboles y tenían más daño estructural que daño vegetativo”.
En concordancia, Eduardo Peña, ingeniero forestal de la Universidad de Concepción, precisó que “los árboles en general dan indicios, si ves un árbol que está en pie y vivo, pero si tiene ramas muertas hacia la parte alta, significa que tiene pudrición central, por lo tanto es un árbol que se está debilitando, y si es muy grande tiene posibilidades que se debiliten las raíces y termine cayendo”.
El modo de abordar cada problema es distinto. “Cuando tienen una plaga, hay que detectar qué tipo es y hacer una aplicación foliar y una al suelo con químicos más que nada, con productos agrícolas bastantes conocidos -siempre con la menor toxicidad posible-, así es cuando se infecta en hoja u otras que se comen la madera, y también los hongos que puede tener, se aplican fungicidas”, afirmó el experto en arbolado urbano.
Dentro de estos, el ingeniero agrónomo aseguró que el principal factor que los daña es “el manejo que se da con los años, en general, en zonas agrarias se han ocupado durante mucho tiempo prácticas agrícolas que se llevaron a la ciudad. Y los árboles urbanos no necesariamente reaccionan bien a lo que son esas podas fuertes, que uno está acostumbrados a ver”.
“Por ejemplo en la plaza de Quillón le hicieron una reducción de tamaño de la copa, y cortaron la parte de arriba. Entonces, la gente no se da cuenta, y en estos momentos ya le salieron muchas ramas y con eso le bajaron peso, las ramas muy extendidas que se pueden desenganchar, las cortaron y se densifica la copa pero con ramas delgadas”, aseveró Eduardo Peña.
Las especies que crecen en medio de la ciudad necesitan otra estrategia de mantención y poda, debido a que árboles que tienen una vida de 100 años, puede reducirse a 20 por un manejo indebido. Por esto, Sercotal y su representante en Chillán, Felipe Galfano, indicó que “lo que estamos haciendo son pequeñas correcciones y planes de manejo a largo plazo, 50 años más o menos”.
Y en el caso de que la especie represente un riesgo para la comunidad, como en el caso que esté muy inclinado y se encuentre en zonas de esparcimiento, este debe ser cortado y retirado para realizar un recambio, preferentemente, con más de uno para compensar el volumen de masa verde retirada.
Respecto a esto, hay algunas especies que el ingeniero forestal recomienda, como “en San Martín de los Andes (Argentina) la plaza está cubierta, el borde externo por maitenes; el mañío también es bueno; y los quillay, como en la plaza de Yumbel, en donde lo manejan como seto, se ve bonito y es bastante resistente”.
Agregó que “es un tema en la mayoría de los lugares, constantemente hacemos asesorías en los temas de las podas y el manejo de los árboles, hay técnicas de poda que la gente no conoce, hay tecnología y herramientas, siempre hay cosas que están saliendo. En Chile, estamos en pañales en el tema, lo que lo hace más fácil, porque empezamos de una base donde EEUU y Europa llevan años trabajando en eso”.
Función del código QR
“El código QR tiene dos funciones, la principal y la más importante es que ese código accede a una aplicación que tiene la municipalidad y tú ves todo el informe, todo lo que el profesional evaluó en ese árbol. Y verificar inmediatamente los datos que vas tomando, por ejemplo, está la especie, altura, tiempos de podas, es como una ficha médica de cada árbol y viene a ser como su rut”, comentó Felipe Galfano.
En específico, pueden tener hasta 20 datos por árbol, específicamente, si está en plaza, calle o avenida, la especie, estado general, estado sanitario, inclinación, problemas en la raíz, daño en base, esto basado en una evaluación visual, entre otros.
La segunda función, de acuerdo al ingeniero de Sercotal, es que “el peatón cuando va caminando al lado, lo escanea y lo lee y tiene la función de educación, te aparece lo que es la especie, dónde está ubicada y sus características principales, como si necesita sol o sombra, riego, velocidad de crecimiento, entre otras”.
Estos códigos están disponibles desde finales de noviembre y se empezaron a implementar en la Plaza de Armas.
Texto: Antonieta Henríquez
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