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Señor Director:
Si bien consideramos que no existen fundamentos para cuestionar la opinión técnica del Servel respecto a la extensión del proceso de votación, nos preocupa que, independientemente de si es uno o dos días, las jornadas electorales impliquen una paralización del comercio.
En el contexto del voto obligatorio y de la normativa vigente, las empresas garantizan a sus colaboradores el acceso al proceso electoral, lo que hace innecesario imponer cierres forzados.
En los últimos años, los cierres por elecciones se han traducido en menores ventas en torno al 60% en los días de votación, incluyendo lo que pasó en diciembre pasado con el cierre forzado el último domingo justo antes de Navidad, la época más importante del sector en el año y significativa en la renta variable de muchas trabajadoras y trabajadores.
También nos preocupa el impacto del modelo actual sobre otras actividades, como las educacionales, debido a la utilización de los establecimientos como locales de votación, en vez de priorizar establecimientos municipales no educacionales. Nos parece necesario modificar el proceso operativo actual, de forma de minimizar los días perdidos de clases para los alumnos, más aún en el complejo contexto que vive actualmente la educación en nuestro país.
La experiencia internacional muestra que las elecciones pueden y deben llevarse a cabo con la mayor normalidad posible de las actividades económicas y educativas. No existen motivos para que en nuestro país persistan medidas que con voto obligatorio no se justifican y generan un impacto negativo desmedido.
María Teresa Vial
Presidenta Cámara de Comercio de Santiago