El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, logró un acuerdo con la Unión Europea (UE) para que reduzca su dependencia de los combustibles fósiles de Rusia. El jefe de Washington comprometió un aumento de 66% las exportaciones del gas natural licuado (GNL) hacia la comunidad europea.
Biden entregó los detalles ante la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, antes de la segunda jornada de la cumbre de jefes de estado y de gobierno del bloque. El acuerdo implica la formación de un grupo de trabajo que evalúe la reducción de las importaciones de combustibles rusos.
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El comunicado conjunto precisa que “EEUU trabajará con socios internacionales y se esforzará por garantizar un volumen de gas natural licuado para el mercado de la UE de al menos 15.000 millones de metros cúbicos en 2022“. La apuesta busca bloquear las relaciones comerciales de la Federación de Rusia en la zona.
En paralelo el gobierno de Alemania anunció un plan para reducir de forma acelerada su dependencia energética de Rusia. El ejecutivo germano espera dejar de lado el carbón ruso al otoño boreal y de su petróleo a fines de 2022. Las autoridades federales esperan dejar atrás el gas ruso para mediados de 2024.
La agencia Reuters informó que según el ministerio de economía alemán “de aquí a mediados de año, las importaciones de petróleo ruso en Alemania van a reducirse a la mitad. A finales de año prevemos una independencia casi total“. El texto agrega que también será “independiente del carbón ruso”.
La Comisión Europea, ejecutivo de la Unión Europea (UE), recibió además el mandato de los 27 países del bloque para realizar compras conjuntas de gas, a fin de contener el alza de precios potenciada por la guerra en Ucrania, informó el presidente francés, Emmanuel Macron. “La compra conjunta, la capacidad de definir juntos los contratos a largo plazo, es la mejor herramienta para reducir el precio del gas, por lo cual hemos dado un mandato a la Comisión para que lo haga”, dijo Macron, tras una cumbre de la UE en Bruselas.
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