Señor Director:
Debemos proveer de herramientas de gestión de riesgos y adquirir el compromiso pedagógico de enseñar a los niños y jóvenes cómo habitar de manera responsable los territorios, y evitar riesgos que estén asociados a los movimientos sísmicos. Tarea difícil, ya que no es prioridad en las comunidades educativas. Los actuales Planes Integrales de Seguridad Escolar (PISE) son un trámite más y se acumulan junto a un sinfín de otros instrumentos de gestión escolar que los establecimientos deben cumplir. Por otra parte, el currículum no incluye la cobertura y profundidad que debiese tener la educación científica y geográfica que Chile demanda según su fisonomía. Hemos tenido la fortuna que los últimos sismos de magnitudes importantes fueron en días y horarios que no coinciden con jornadas de clases. No es necesario esperar que esto suceda, hay que transmitir una cultura del riesgo y una comprensión de los peligros eminentes que una mala preparación y planificación causaría. Revisemos nuestras conductas como sociedad ante los terremotos. Aprendamos que habitamos en un país sísmico que hoy o mañana el planeta nos recordará de esta característica natural de nuestro territorio.
Felipe Kong López
Académico Facultad de Educación UDP